Los pacientes en las listas de espera son un 25% más que hace 15 meses

   Asimismo, UGT señala que sigue habiendo pacientes con esperas superiores a los 12 meses y la solución de derivar pacientes a los hospitales privados "es rechazada por los madrileños", ya que en lo que va de año el número de personas que se niegan a intervenirse en hospitales privados "ha aumentado un 35% (de 7.227 a 9.791)". Además, el coste de este Plan ha ascendido a 190 millones de €.

   UGT solicitó hoy al Gobierno regional, tras la reunión del Pleno del Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud celebrado en ayer, que renuncie a la manipulación y acepte los requisitos del Ministerio de Sanidad.

  Asimismo, el sindicato apuntó que en la reunión de ayer del Consejo Interterritorial, en la que se discutieron los últimos datos acerca del número de pacientes en lista de espera quirúrgica, tiempo medio de espera y proporción de personas con esperas superiores a los seis meses, se encontraban representadas todas las Comunidades Autónomas excepto la madrileña, "pues el Gobierno dirigido por Esperanza Aguirre optó por rechazar los requisitos de cómputo arbitrados para todo el territorio nacional, incumpliendo así el Real Decreto 605/2003".

   Según UGT, la Comunidad de Madrid contabiliza a partir de la cita del paciente con el anestesista, y no desde que le es diagnosticada la intervención quirúrgica. Concretamente, el sindicato apuntó que el Consejero de Sanidad Manuel Lamela únicamente contabiliza el número de pacientes en espera estructural, rechazando la inclusión de pacientes en espera programable y tras rechazo, tal y como si indica en el cuadro adjunto.

  UGT-Madrid exige, por ello, que la Comunidad de Madrid rechace continuar falsificando la lista de espera quirúrgica y respete los requisitos del Ministerio de Sanidad, aceptados por todas las otras Comunidades Autónomas.

  UGT-Madrid, igualmente, exige la retirada de los apartados de la Ley de Acompañamiento relativos a la consagración de un modelo privado, modelo que está al servicio de una estrategia que se ha revelado incapaz de resolver los problemas sanitarios que aquejan a la Comunidad de Madrid.