La colombiana salió a escena a las 9.30 de la noche, descalza como para dejar constancia de esa sencillez que le es conocida, aunque en medio de un escenario de lujo. A modo de presentación comenzó con "Estoy aquí", la canción que la dio a conocer para el pop en español.
Los limeños no se lo podían creer, pero pese a ello el frío que arropaba esa noche o el reducido espacio para el baile, hicieron que la gente se vaya enchufando de a pocos con el espectáculo: un in crescendo de caderas animado por las ropas ligeras de Shakira y la generosidad de tres pantallas gigantes que no dejaban perderse ningún detalle de ese show.
"Qué bonito es volver a este país. Hola Limaaa", dijo la colombiana tras dejar en el camino España con "Te dejo Madrid". Los de adelante, los del medio, y los de atrás; todos los asistentes que habían pagado entradas entre 25 y 180 dólares por ver a la hija más querida de Barranquilla, cantaban y se movían en lo que las sillas dejaban.
Algunos dicen que el pico del concierto llegó con "Obtener un sí", y otros señalan que nada se pudo comparar al cierre con el esperado "Hips don't Lie", pero ambas versiones, como todo, son discutibles. El momento en que más energía recorrió el escenario pudo haber sido con "Pies Descalzos" y "Ciega, sordomuda".
Nadie dejó de cantar y Shakira paró por momentos para escuchar el coro de feligreses de su voz que la seguían de memoria y que reivindicaban a la Shakira que más queremos -quizás- los latinoamericanos: la del pelo-negro-lacio con guitarra y en español.
Pueden decir lo que quieran, pero nada cambiará que así se vivió, al menos, en una esquina de la zona preferencial, a varias decenas de metros desde donde más se escuchaba que se veía.
En "No" la colombiana se disfrazó de rosa en una coreografía de magia. En "Suerte" todos nos preguntábamos dónde estaba ese argentino que nos quitó a Shakira, una práctica extendida entre los compatriotas de Maradona, que suelen quedarse con nuestras más bellas mujeres.
Hacia el final del concierto, una Shakira vestida de negro se despidió y trató de dejar a todos en la sombra, pero ya se sabía que faltaba "el tema más esperado de la gira", como lo llamó el diario El Comercio.
Después de unos minutos apareció vestida de odalisca y primero movió las caderas con "Ojos así", para después terminar de matarnos un poco más con "Hips don't lie". Todos bailaban y cantaban aunque la mayoría no entendía nada de inglés -las pantallas gigantes tuvieron que subtitular las imágenes con las letras del coro, como en un karaoke-.
"Ahora puedo morir tranquilo" dijo un espectador de la preferencial, pese a que -seguramente- no vio mucho ni tan nítido con esos vinoculares de a diez soles (3 dólares) que había compró a la entrada.
Estoy aquí
Te dejo Madrid
Don't brother
Antología
Inevitable
Si te vas
Obtener un sí
La tortura
No
Suerte
La pared
Día de enero
Pies descalzos
Ciega sordomuda
Ojos así
Hips don't lie
Si (
No(
