El escenario político catalán, contra lo que quiere el presidente José Montilla, anda, de nuevo revuelto. Mientras la Generalitat aprueba su primer proyecto de ley de hondo contenido social: la ley que universaliza los servicios sociales, se produce el incidente de las banderas. En departamentos (no todos) bajo el gobierno de ERC se arría la bandera española y luego, tras una intervención de Montilla, la cosa vuelve a la normalidad.
Pero no todo queda aquí. Las juventudes de ERC han decidido celebrar el día de la Constitución a su manera. Y lo han hecho en la localidad de Igualada, (36.000 habitantes) donde han enviado algunas cartas a comerciantes que no rotulan sus establecimientos en catalán. En las misivas se advierte a los tenderos que si no lo hacen serán denunciados.
Desde el año 2003, en que se aprobó la nueva ley de normalización lingüística, es obligatoria la rotulación “por lo menos” en catalán. A pesar de existir la norma, se han dado poquísimas denuncias porque, curiosamente, el consejero encargado de Comercio, el republicano Josep Huguet intentaba templar gaitas en este tema.
El caso es diferente del de las banderas, porque aquí la ley es firme. No obstante, ya han empezado a producirse reacciones. Esta vez el PP ha sido quien ha protestado ante el anuncio de denuncias legales.
La norma lingüística afectaba a la nueva rotulación, lo que explica que en muchas poblaciones catalanas se puedan ver sin ningún problema centenares de rótulos sólo en castellano. La tónica general ha sido, hasta ahora “fomentar” la rotulación en la lengua tradicional de Cataluña a partir de estímulos positivos como la supresión de la tasa correspondiente a la rotulación si esta se hacía en catalán.
Si (
No(
