En la entrevista en Radio Euskadi, Imaz explicó que tiene la impresión de que "parece que a ETA no le gustan el contenido de las conversaciones que se estaban manteniendo y trata de condicionarlas" lo que, a su entender, es una actitud "absolutamente inaceptable".
"Lo que no va a hacer el PNV es ceder al chantaje de la violencia, como no lo hicimos en la reunión del Hotel Chiberta hace 30 años. Vamos a apostar con claridad por la construcción de este país entre todos, con acuerdos políticos sólidos que sean refrendados por la ciudadanía vasca, sin admitir que estén tutelados por aquellos que quieren seguir ejerciendo la violencia", advirtió.
El presidente del PNV mostró su confianza en la voluntad "de una parte de izquierda abertzale para hacer política", pero afirmó su exigencia en la necesidad de "la retirada de la violencia del paisaje político", porque "nunca el diálogo puede estar condicionado por la violencia de ETA".
En este sentido, explicó que el PNV "tiene las reglas de juego muy clara para este proceso" que "debe de llevarse a cabo en ausencia de violencia".
"Es una regla de higiene democrática sobre cómo abordar el proceso de paz y normalización política, separando suficientemente ambos carriles, de forma que lo que vayamos a decidir los ciudadanos vascos y lo que vayamos a acordar los partidos lo hagamos democráticamente y, en ningún caso, esté tutelado por la violencia de ETA", indicó.
Respuesta a Otegi
Además, en referencia a las declaraciones realizadas ayer por el portavoz de Batasuna, sobre que la izquierda abertzale no tiene miedo a hacer política, Imaz pidió que, "si no tienen miedo a hacer política, que la hagan de verdad" con "unas reglas muy claras, que el el diálogo debe realizarse en ausencia de violencia".
"No creo que mandar a una cuadrilla de fascistas al batzoki de Zaramaga a atacarlo, a intimidar a la gente, sea hacer política. No creo que robar 300 pistolas, tener a tres personas esperando en una cantera a robar unos explosivos, robar mezcladoras, buzos, baterías, cables y no sé cuántas cosas más para no sé qué, sea precisamante hacer política", critica.
Asimismo, el presidente del PNV pidió a Batasuna "que levante su voz" ante este tipo de actuaciones, porque "debe marcar las reglas de juego claras", porque "el final de la violencia no exige ningún tipo de condición política".
Imaz reiteró también que le "gustaría" que se realizase "lo que dijo Otegi en Anoeta, sobre que había que sacar la violencia de las calles y que tendría que haber dos carriles".
Por otro lado, reconoció que se ha reunido con Batasuna "en las dos últimas semanas" y que lo va a seguir haciendo, "personalmente y como partido", porque "no va a renunciar al diálogo, bajo ninguna circunstancia, por difíciles y duran que sean". "Me voy a seguir reuniendo con todos los partidos", añadió.
Aseguró que "hay una esperanza abierta, que pasa por un momento difícil, pero renunciar a la palabra, renunciar al diálogo, sería lo último que deberíamos hacer hacer en estas circunstancias". El presidente del PNV se mostró favorable, "desde la discreción, a que en el corto plazo se sigan manteniendo esas reuniones", algo que, según explicó, "le gustaría" que se produjese.
"Los partidos políticos tenemos el deber de tratar de buscar acuerdos que sirvan para la normalización política y que ayuden también a que ese mundo, que ha estado durante 25 años en contra de las vías democráticas y en contra de las instituciones, pueda hacer la transición hacia la política", dijo.
Respecto a sus últimas declaraciones en las que ha recuperado la defensa del Pacto de Ajuria Enea, Imaz explicó que la resolución del Congreso de mayo de 2005, "que el PNV aprobó y también otras formaciones políticas, como EA por ejemplo", es "prácticamente una copia literal" del punto décimo de ese pacto, "en el que estaba el PP", al que de esta forma pretende "involucrar en la solución en el proceso de paz".
Preguntado sobre el encaje legal de las cuestiones de la territorialidad y la autodeterminación, indicó que el marco jurídico actual tiene "potencialidades para que, convenientemente desarrolladas, se respete lo que la sociedad vasca vaya a decidir en un futuro", pero "desde la aceptación de las decisiones tomadas en el pasado", entre las que incluyó las actuales instituciones vascas.
Territorialidad
En este sentido, también lanzó una pregunta a Batasuna sobre "qué es eso de la territorialidad", porque, desde el objetivo compartido para que "Euskal Herria sea una realidad política", lo que no se puede es "alcanzar ese objetivo si no es a partir de la voluntad de la ciudadanía". "Lo digo como abertzale y desde la defensa de un proyecto abertzale: Navarra tendrá que ser lo que los ciudadanos y ciudadanas navarras decidan en cada momento que quieran ser", añadió.
"En ningún momento puede entenderse que la finalización de la violencia tenga que significar necesariamente determinado marco político. La violencia tiene que terminar definitivamente sin ningún tipo de amenaza o coacción", advirtió.
Por otro lado, defendió la labor del colectivo de mujeres Ahotsak, que, explicó, "está extendiendo una reflexión de cómo construir el futuro entre diferentes, tratando de entender al otro". "Me gustaría que el Partido Socialista defendiese plenamente los criterios y contenidos que Ahotsak está defendiendo y que lo hiciese en el ámbito municipal", dijo.
Imaz también defendió la figura del lehendakari, Juan José Ibarretxe, como "mayor garante de que este proceso de paz pueda salir adelante".
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