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Por aquí pasó un amigo

Por aquí pasó un amigo

Por Iñaki Anasagasti
viernes 22 de mayo de 2015, 10:43h
Sabino Arana lo tuvo claro. Fundado el PNV había que conquistar el poder donde estuviera. En 1898 es elegido diputado provincial por Bizkaia. El PNV obtiene en Bilbao al año siguiente cinco  concejales. En tiempos de la República el alcalde por antonomasia fue el republicano Ernesto Ercoreca. Caída Bilbao los alcaldes los pone Neguri a dedo: Areilza, Lequerica, Oriol y Urquijo, Hurtado de Saracho, Zuazagoitia, Ibarra, Careaga, Berasategui. Vascos todos vendidos a Madrid que dejan Bilbao en la más absoluta ruina. ¡Bien por Neguri!. Tan finos ellos. Hizo falta que viniera el nacionalismo vasco para poner Bilbao a valer.

Calles sin asfaltar, construcción  salvaje sin urbanismo ni zonas verdes, una Ría convertida en la cloaca navegable que decía Unamuno, ausencia de estacionamientos, muelles con carga y descarga en el centro de la Villa, carencia  de un buen transporte público, casas con dos capas de hollín encima, calles sucias, ausencia de equipamientos deportivos, pintadas, árboles sin plantar, arcas  sin un solo  duro  y con una deuda de cuatro mil millones de pesetas y un pago de intereses de mil millones, malas conexiones y un nombre que encubría un problema: el Gran Bilbao del que se querían desanexionar los pueblos del valle de Asua. Había que estar algo chiflado para meterse en semejante lodazal.

Para colmo, la anterior alcaldesa, Pilar Careaga, había tenido  la oposición de José Luis Ibáñez, socialista, alto directivo de la Caja de Ahorros Municipal, que se le había opuesto y se había hecho un nombre. Gracias a ello  todos daban por hecho que Ibáñez, iba a ser el alcalde. Se lo había ganado. Ibáñez de Bilbao era su lema. Como la calle.

Este era el panorama en 1976 cuando se anunciaron para el 25 de abril las elecciones municipales. Con la cuenta atrás de la cita electoral, carecíamos de candidato. José Mari Makua nos había dicho que prefería encabezar la lista para la Diputación. Mitxel Unzueta, acababa de ser elegido presidente de la Asamblea de Parlamentarios Vascos en un año en el que se iba a discutir  el proyecto de estatuto. Nos quedaba Jesús Etxeberria pero la Junta Municipal de Gorliz se oponía a que fuera candidato para Bilbao y no para Gorliz.

Una noche, con hielo en la calle, Sabin Zubiri y yo, miembros de Bizkai, fuimos a Gorliz. Tuvimos una muy tensa reunión con la Junta Municipal que se e negó a que Etxeberria fuera el candidato. Volvimos aquella cerrada noche  con un NO como una casa  y el alma en los pies y convocamos reunión de la ejecutiva presidida por Anton Ormaza.

A mí me tocó llamarle al afiliado de Abando que estaba el cuarto  en la lista. Se llamaba Jon Castañares y me dijeron que estaba en Bayona con Iribar. Era el tesorero de la campaña Bai Euskarari. Tenía 54 años  y había sido un niño vasco de la guerra que había estado en Inglaterra. Sabía pues muy bien el inglés. Su aita había sido uno de los fundadores de ELA. Licenciado en Derecho y Economía por la Universidad de Deusto, había trabajado en Madrid y en Legazpia como Director financiero y en aquel momento era el Director de Normas y Procedimientos de Control del Banco Bilbao, además de dar clases de Costes en la Universidad Comercial de Deusto y en Madrid de Control Cuantitativo y Finanzas. Solterón, de costumbres sencillas, era un gran lector.

Todo un mirlo. Y le llamé. "El BBB te ha propuesto para encabezar la lista de Bilbao". Veinte segundos de silencio. "No, ni hablar, estoy bien en el cuarto puesto. Yo ayudo pero no encabezo nada". Forcejeo. Nada. Al final le digo: "En el PNV los cargos son obligatorios". Y quedamos para comer al día siguiente en el Uriarte de la Alameda Rekalde.

Fui con un asesor en marketing que se nos había ofrecido para la campaña. Con toda su buena voluntad, nos asustó y ahuyentó al candidato. Le dijo que tenía que cambiarse de traje cada día, que no podía llevar chaleco bajo la chaqueta, que debía cambiar de casa, vivía en Espartero (hoy Ajuriaguerrra), pues si venía el alcalde de París a Bilbao le tenía que recibir en su casa y debía tener luz en el portal y ascensor, que ya tenía, pero debía ser un lugar de campanillas.Terminamos la comida y Jon  me llamó. El no iba a cambiar de casa, ni de traje al día. "Buscaros otro". Reunión urgente del BBB. Nos quedamos con el candidato y mandamos a paseo al asesor.

El Partido tenía un lema de campaña muy creíble: "PNV. El Partido Municipalista" con un bastón de mando  municipal como logo, pero había que hacer una campaña específica para Bilbao. Y como yo había seguido la campaña en Venezuela del candidato ganador Luis Herrera Campins, asesorado por una agencia norteamericana y otra alemana, les copié, sin pagarles un duro, una campaña imaginativa que rompía moldes. "Castañares, el Hombre Capaz". Con este eje añadimos la cantidad de cosas de las que iba a ser capaz. Otro fue el de "Castañares, arregla esto", que tenía un doble significado. Y, "Por aquí pasó un amigo de Castañares", una pegatina que llenó todo Bilbao. Farolas, váteres, esquinas, ascensores, espejos.........

Todo. Contamos con unas Juntas de Bilbao entregadas y en zafarrancho de combate, un Deia que se hacía eco de lo que Castañares hacía, una agenda bien llevada por Begoña Ezpeleta, contactos de todo tipo. Desde el Club Cocherito, a la Asociación de Comerciantes del Casco Viejo, centros de salud y de tratamientos de la drogadicción, Alcohólicos Anónimos, y todo lo que se moviera, y como grandes enemigos a La Gaceta del Norte y al Correo Español que, o nos ignoraban o nos tergiversaban y destacaban el nulo perfil político de Jon frente al fantástico de Ibáñez.Este nos minusvaloraba, fue su gran error, mientras nosotros íbamos a lo positivo. Los niños pisando la hierba, los ancianos riendo, los espacios verdes, la Ría de Bilbao, los jóvenes, y un viaje clave a Londres para estudiar cómo habían limpiado el Támesis.

Le acompañaron a Jon, Maren Leizaola, y los arquitectos José Miguel Abando e Iñaki Zubizarreta. Allí se entrevistaron con los directores de Residuos Urbanos y Residuos Tóxicos del Ministerio británico de Medio Ambiente, William Bishop y John Arthus. Estuvieron asimismo con el director del programa en Londres para prevención de la contaminación. Cerraron la visita en el ayuntamiento de Londres y la Corporación Británica del Acero. Fue un puntazo. De aquel viaje nace la limpieza de la Ría de Bilbao de hoy.El 25 de abril cruzamos los dedos. Por la noche, el patito feo, se había convertido en un cisne. La prensa dijo que la campaña había sido "magnífica". Y es que el candidato se había portado como un jabato.El PNV obtuvo trece  concejales y el 39% de los votos que fueron 75.791. Duplicamos al segundo que  era la HB de Santi Brouard con 33.315 y el 17,30% de los votos y seis concejales. La UCD de Careaga   casi le gana a HB  con 33.187 y el 17,24% y cinco concejales. El PSE del "ganador" Ibáñez se quedó  cuatro  concejales frustrados, 26.888 votos y el 13,96 %.

Aquella derrota no le olvidó a Ibáñez que trató durante toda la legislatura de hacerle la vida imposible a Jon  y, finalmente, la Euskadiko Ezquerra de Jon Nicolás que obtuvo 10.625 votos, un concejal y el 5,52%.Por el PNV obtuvieron su acta Castañares, Calzada, Zabala, Olaetxea, Isabel Andia, Mandaluniz, Julián Fernández, José Uriarte, Zubia, Sáenz, Felipe Aguirre, Ortega, Padura, y casi sale Iturrate.A los pocos días tomó sesión usando la fórmula de Aguirre en el 36 y diciendo que se entregaría por Bilbao. Y se entregó. Tenía a la mayoría de los funcionarios en contra así como  al Correo Español. Nunca quemó los libros, ni tuvo nada que ver con aquel episodio que se le atribuyó por ser el alcalde y para hacerle daño.

Y cuando presentó lo que iba a hacer se centró en que en 25 años la Ría estaría limpia, crearía los Consejos de Distrito, abordaría la construcción del Metro, ayudaría a lograr el Concierto Económico, crearía zonas verdes, limpiaría Bilbao y pondría orden en sus arcas, mientras ETA actuaba más que nunca. Tuvo tres mociones de censura de todos contra él. Desde HB, hasta la UCD  junto con el PSE y EE. Las superó y salió del ayuntamiento con todo su programa cumplido y la Ría en camino de su limpieza y Erandio, Zamudio, Derio, Loiu, y Sondika desanexionados.La cadena no se rompe. Robles, Gorordo, Duñabeitia, Ortuondo, Azkuna, Areso siguieron su estela. Y Aburto el domingo 24 recogerá aquella impronta de servicio de nuestro buen Castañares al que le debemos un cariñoso recuerdo y un sonoro Eskerrik asko.
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