Por
Pascual Hernández del Moral.
sábado 09 de mayo de 2015, 09:50h
Una vez oí una sentencia que me pareció, además
de divertida, muy seria: "GOBERNAR ITALIA, SOBRE SER IMPOSIBLE, ES INNECESARIO"
Era cuando los gobiernos de los "Pentapartitos", en los que nadie sabía qué
hora era. Entre 1980 y 1992, ¡doce años!, la coalición, ya con Andreotti, con
Forlani, con Bettino Craxi o con cualquier otro que presidiera el gobierno, se
caracterizaba por la inacción gubernamental y por la corrupción, que condenó a
la desaparición a los partidos clásicos: el PSI, el PSDI, la DC... o sea, una
juerga que acabó mal para los juerguistas. Y en esos doce años, Italia siguió
funcionando, a pesar de sus (des)gobiernos.
Y así parece que vamos en Andalucía, y no lo
digo sólo por la corrupción, que también. Aunque todavía todos son sospechosos,
o imputados o "investigados", que poco va de Pedro a Pedro como decía el
clásico, parece que la corrupción y la juerga han tocado a muchos. Ya veremos
en qué acaban los del partido mandamás, porque la juerga de los de enfrente
(Gürtel, Bárcenas, el clan de Valdemoro...) han acabado ya en la cárcel. Y, por
suerte, están fuera del gobierno y del partido.
Las aguas del estanque andaluz, quizás
corrompidas por no haberse renovado nunca, estaban tan tranquilas. Y Susanita,
cuando defenestró a los comunistas, pensó que, agitando el estanque, ella, no
Andalucía, ganaría mucho en "estabilidad". No tuvo en cuenta a los nuevos
aspirantes a mandamases: Podemos y Ciudadanos. Al PP no le tenía ningún miedo
por la campaña que, desde todos los medios le habían hecho a propósito de las
supresión de"derechos" sociales, de recortes y de subidas de impuestos; Rajoy es el mal absoluto, sin mezcla de bien
alguno. Además, los peperos tienen un complejo de origen franquista que no han
sabido quitarse, y que les resta valor (en los dos sentidos) frente a una
sociedad construida sobre presupuestos de izquierdas, que, además de querer
ganar una guerra que perdieron, conquistó la calle y los medios, y los manejó
sin vergüenza ni pudor. Por eso, Susana, que tenía el estanque tranquilo bajo
su férula, pensaba que, convocando elecciones anticipadas, iba a ganar
ampliamente y a darle al estanque más" estabilidad" de la que ya tenía,
Y, ¡ah amigo mío! los cálculos fallaron. Ganó,
sí, pero en minoría. O sea, con mayoría minoritaria o con minoría mayoritaria,
como dicen los presuntuosos, sin darse cuenta del oxímoron. Y ahí la tenemos,
sin haber alcanzado el PA. ("Progresa
Adecuadamente"), y teniendo que repetir la prueba cada tiempo. Dos exámenes, dos, lleva suspendidos, y parece
que, si no se aplica un poquito más, el 14 de mayo tampoco alcanzará el PA, y
habrá que esperar a que, por aburrimiento o quizás porque se vayan de
vacaciones, algún partido no asista a la cámara y, por fin, pueda llegar al PA
y formar gobierno.
Entre pitos y flautas, el Decreto dela
Presidencia andaluza nº 1, de 26 de enero de 2015 disolvió el parlamento
andaluz, y convocó elecciones para el 22 de marzo. Y el gobierno comenzó a
actuar "en funciones". Estamos llegando a la primera mitad de mayo, y seguimos
con un gobierno "en funciones". O sea, que NOS VAMOS A TIRAR CUATRO MESES SIN
GOBERNÓ.
Y me pregunto: ¿Hay alguien que ha echado de
menos un gobierno en firme? ¿Se ha parado el giro de la tierra? ¿Hemos comido
-aunque más bien poquito- todos los días? ¿Ha dejado Hacienda de cobrarnos los
impuestos? ¿Se ha producido alguna hecatombe -los terremotos no cuentan, porque
Susana puede hacer bien poco? ¿Han dejado de pagar el PER?... O sea, que todo
ha seguido igual.
¿A dónde quiero ir? Pues a lo que pasaba en
Italia en los años 80, cuando el Pentapartito: si ya llevamos cinco meses sin
que la presidenta lo sea "en efectivo", sin gobierno, y no pasa nada, ¿no será
que no importa nada que haya o no haya gobierno? O sea, que nos podemos tirar
hasta cuando convenga con el jueguecito del "Me presento" y vuelvo a sacar
suspenso.
Como decía antes de los italianos: GOBERNAR
ANDALUCÍA, ADEMÁS DE IMPOSIBLE, ES INNECESARIO.