Estamos en campaña: muchos insultos y escasez de ideas

Desembarco de la plana mayor del Partido Popular en Andalucía para proteger y apoyar a su candidato en las elecciones autonómicas que ha convocado Susana Díaz en un intento de salirse de los malos datos del Partido Socialista y aparecer tras el 22 de marzo como la primera ganadora de Podemos, por la izquierda, y del PP por la derecha.

El presidente del Gobierno y su secretaria general quieren que Moreno Bonilla no sea devorado por la presidenta de la Junta. Y éste, en un arreón de optimismo y confianza ha dicho que el adelanto electoral se ha hecho para impedirle ganar. No dicen eso las encuestas pero ya se sabe que las urnas están para eso, para llevarles la contraria a los sondeos.

Campaña electoral en marcha cada fin de semana y semana de descalificaciones e insultos por parte de todos. La ideas y propuestas para los ciudadanos siguen en los cajones, pero el verbo para atacar al adversario está tan florido y ácido como en ocasiones precedentes. Andalucía es la primera parada en la fonda de las urnas y puede sentar precedentes para mayo e incluso para el septiembre catalán.

El Partido Popular sabe que tiene muy difícil, por no decir que imposible, gobernar en Andalucia, pero quiere repetir el triunfo de Javier Arenas. Ganar y que sean los otros los que se alíen en su contra. Y ver que hace Susana Díaz si no consigue mayoría absoluta y tiene que mirar hacia Izquierda Unida para volver a formar el mismo gobierno que ha rechazado, pero con un coste que será mucho mayor. IU, por su parte, tiene el primer deber en sus propias filas: impedir que Podemos la arrincone y la lleve a su extinción. Es mucho lo que se juegan los sucesores de Diego Valderas.

Cada fin de semana tiene su afán y la formación que lidera Pablo Iglesias debe prepararse para su propio calvario. Tiene en Monedero y sus declaraciones de Hacienda un agujero negro que puede tragarse todas sus reivindicaciones y promesas. Tiene en Errejón un verbo demasiado fácil y poco universitario. Y tiene en Tania Sánchez una compañía demasiado cercana y demasiado polémica. Puede que todo eso no le afecte y consiga que esa segunda y hasta primera posición que le dan las encuestas se mantenga en las urnas, pero también puede que el castillo de Disney se desmorone y se quede en la mitad de esos 24 puntos que le daba el sondeo del CIS.

Sobran las frases ocurrentes, las descalificaciones brillantes y los discursos vacíos. Faltan programas, ofertas serias, compromisos con los ciudadanos, alternativas en sanidad, en educación, en relaciones laborales, en política fiscal, en inversión en sectores estratégicos, en relaciones internacionales, en... todo eso que les preocupa a los ciudadanos para su día a día. Para las familias, para los parados, para los pensionistas. A lo mejor hasta deciden nuestros políticos que pueden cambiar y cambian el aburrido recital de todas las campañas desde que comenzamos en 1977 a ir a las urnas en libertad.