Por
Pascual Hernández del Moral.
viernes 28 de noviembre de 2014, 23:17h
Es que no nos dejan, camarada Venancio, que
contemplemos tranquilos la lluvia tras los cristales; nos tienen el alma en un
¡ay! con un latrocinio tras otro, con una rapacería nueva cada hora, con un
monipodio cada momento. El último, el de Marjaliza, Granados y compañía, se ha
llevado por delante a alcaldes del ambos dos partidos y a alguno de confesión
libre "caminito de Jerez", que decía el juez Bermúdez. ¡Y aún se nos pondera lo
bien que vive Granados en la cárcel! Querido Venancio, la propaganda que hacen
de lo contento que está Granados en el trullo, de lo bien que vive, jugando al
parchís y al póker, y de cuando en cuando barriendo un poco para que no se diga,
invita a meter la mano: te llevas una buena morterá, un año jugando a las
cartas, y a la calle, no es mal negocio.
A estos los han cogido (con significado de
España y de Argentina), pero hay algunos que tienen el punto suelto, y aún no
han ido por ellos. Léase Tomás Gómez, "Invictus", exalcalde de Parla. Hace años
mandó hacer un tranvía que costó cien veces más de lo presupuestado, como en
Jaén. Cuando a su protegido y sucesor Fraile lo metieron en la sombra, nadie se
quería hacer cargo de la alcaldía. Y llegó una "valiente", Beatriz Arceredillo,
la asumió contra los deseos de Gómez, y ha dicho que va a ordenar una auditoría
de los gastos del ayuntamiento. ¡Y ahí tienes a Tomas, desaparecido en combate,
que hasta se está pensando en dejar la federación socialista madrileña! ¿Por
qué será? A lo mejor hay algo que huele a podrido... Y con el precedente de la
defenestración de Ana Mato por las fechorías de su ex, Sepúlveda, como
beneficiaria "ignorante" de los dineros con los que pagaron viajes, fiestas de
los niños, jaguares etc. ¡cualquiera se fía!
En este país casi nadie es lo que representa, y
si no, colega Venancio, mira lo que le ha pasado a la vocal de CiU en el CGPJ
(una vez, en un libro muy divertido, las siglas anteriores dijeron que
representaban al Conejo General del Joder Judicial), la señora Mercé Pigem, la
han pillado sacando dineros de Andorra. El alguacil alguacilado. Y a los nuevos
especímenes políticos, léase Podemos, que
se decían puros, castos e incorruptos, les han comenzado a salir granillos en
salva sea la parte. La señorita Tania Sánchez, de IU, diputada por Madrid y aspirante
a suceder a Cayo Lara, con los pisos de VPO para toda su familia (¡suerte que
tienen algunos!); con la beca de investigación de Errejón, para contar casas
vacías, de la Universidad de Málaga, que parece un buen chico que en su vida ha
roto un plato; con la productora La Tuerka, sin ánimo de lucro, pero con más de
cuatro pesetas de beneficio... ¡Para qué seguir!
A pesar de todo, alguno sí parece lo que es:
recuerda, compañero Venancio, al pequeño Nicolás, otro con apariencia de un
buen chico, de escuela de pago, que se vendía como salvador de la patria,
enderezador de entuertos, ya por encargo de la vicepresidenta, ya del CNI, y
conseguidor de cualquier cosa. Y todo parece que era invención suya. ¡O a lo
mejor no! A mí, en el fondo, me hacía mucha gracia, porque un rapaz de mirada
angelical nos ha demostrado lo imbéciles y lo fácilmente corruptibles que pueden
llegar a ser los políticos y los "hombres de negocios" de media España.
No tienen nuestros políticos sentido alguno de
la mesura. Vaya como muestra, el CAC catalán, que quiere multar y expedientar
ahora a las emisoras de radio, que no obedecieron la orden de la Generalitat de
dar difusión al 9N. ¡La Generalidad, que se pasa por el forro de sus cataplines
sentencias del Supremo y del Constitucional, exigiendo que otros cumplan sus
órdenes ilegales! ¡Cosas veredes!
En estas estábamos cuando en el Parlamento se
las tienen unos y otros a cuenta de las Medidas Anticorrupción. Y, como se
preveía, han acabado diciéndose piropos unos a otros. Creo que el señor Rajoy
ha presentado setenta medidas, ninguna de las cuales ha merecido el apoyo de
ningún otro partido. Caro nos ha salido no llegar a ninguna parte: muchos
diputados habrán cobrado dietas y viajes por asistir al paripé, que nos
podíamos haber ahorrado. Y Aznar tirándole chinitas a los suyos, reconociendo
la corrupción propia y asegurando que menoscaba la democracia, por lo que debía
ser atajada de inmediato, a cualquier precio, porque propicia el desapego de
los votantes (¡qué término más bonito para decir que están hasta los c... de los
políticos al uso!), y produce la aparición de "arcángeles de la política",
puros y castos, que ya veremos por dónde nos salen.
Que no hacen falta más medidas anticorrupción,
camarada Venancio. Que sobra y basta con el código penal: que se aplique con
agilidad. No puede durar una instrucción tropocientos años, porque la justicia
que no es rápida no es justicia, respetando, lógicamente, los derechos de los
justiciables.
¡Y, además, en Tarragona han prohibido vender a
los turistas como recuerdo de su estancia en España las famosas muñecas
vestidas de sevillanas, y los toros! ¡A dónde vamos a llegar, querido Venancio!
Pascual Hernández del Moral.