Dicen las encuestas que IU se hunde,
que Podemos le pisa los talones al PSOE, que los viejos convencionalismos caen como
consecuencia de los efectos devastadores de la crisis económica, que nada es lo
que era, y que llega la hora de un cambio profundo en la sociedad española.
La revolución política que se está
produciendo en los partidos de izquierdas, donde los votantes huyen
despavoridos, entre una sensación de odio, asco y vergüenza ajena, combinado
con la corrupción de los sindicatos y el descrédito de la clase política, ha
desembocado en una verdadera espiral que deja sin sentido las fórmulas
ideológicas de la izquierda y apuesta por una solución drástica de la mano de
Podemos.
Pero detrás del declive de los partidos
más representativos de la izquierda en España, PSOE e Izquierda Unida IU, se
encuentra la consecuencia directa de la pérdida de confianza de los votantes,
que tiene mucho que ver, o un todo, con la corrupción instalada tanto en CCOO
como en UGT. Desde que aparecieron las primeras denuncias contra sus
dirigentes, a causa de los Rolex, de los viajes en crucero, de las enormes
mariscadas y un eterno suma y sigue, hasta los recientes casos de corrupción y
financiación ilegal a través de los cursos de formación y el escándalo de los
ERES, todo ha sido un descenso en caída libre en cuanto a confianza por parte
de los trabajadores.
Los sindicatos no son instituciones
libres, son el instrumento de los partidos políticos para adoctrinar a los
trabajadores en uno u otro sentido. Así sabemos que Comisiones Obreras
pertenece a IU como la Unión General de Trabajadores al PSOE. Ambos sindicatos,
que en otros tiempos fueron competencia, caminan de la mano desde que la
reivindicación laboral dejó de tener sentido, como consecuencia de la política
comunitaria, y sus dirigentes se dieron a la buena vida, pasando a formar una
alianza bicéfala, con dos individuos que actúan al unísono como lo hacen los
dúos musicales, las parejas de baile o conocidos personajes de la gran pantalla
-no obstante se les conoce como Leoncio el León y su amigo Tristón-.
Lejos de la chanza, lo cierto y verdad,
es que los sindicatos en España tienen la responsabilidad directa del
descalabro electoral que se ha producido en comicios anteriores y la fuga de
votantes hacia otras fuerzas que representen la verdadera causa que esgrimen
los trabajadores. Es cierto que todos lo callan, que unos y otros; sindicatos y
partidos, evitan pronunciarse para no echar más leña al fuego, pero es
llamativo que desde que empezó la crisis no se haya producido una huelga
general, que las reivindicaciones sindicales pierdan fuerza, que sus miembros
no tengan amparo ideológico para salir a la calle a pedir lo que en justicia
les corresponde.
El escenario que dibujan las encuestas
es inquietante para la gobernabilidad del país, debido a la fragmentación del
futuro Parlamento. El PP no estaría en condiciones de gobernar en solitario,
pero la alternativa de una alianza de todos los partidos de izquierda es
inverosímil a día de hoy.
Podemos sabe que el cáncer de la
izquierda proviene de los sindicatos, y huye de cualquier planteamiento o
noticia que les relacione con ellos, ni siquiera con IU, aunque no sea el
enemigo a batir. Sin embargo, tiene la responsabilidad moral de aglutinar en su
formación a todos aquellos desencantados de uno u otro lado, sobretodo, a los
que se han sentido traicionados por el PSOE, por sus políticas de amparo a la
banca y al capital, pero fundamentalmente, para todos aquellos que son y han
sido víctimas de los sindicatos, en cuyas organizaciones habían depositado su
confianza, traicionada en cientos de casos de corrupción.
Mientras los partidos de
izquierda, sobretodo el PSOE, no de muestras de transparencia y se desmarque de
UGT en lo que concierne a la corrupción, que le coloca como responsable directo
en Andalucía, no podrá frenar la huida hacia Podemos de su electorado
tradicional.
Malditos, aquellos que con sus palabras defienden a los
trabajadores y con sus hechos los traicionan.
Ismael Álvarez de Toledo
Escritor y periodista
http://www.ismaelalvarezdetoledo.com