red.diariocritico.com
Las bucólicas, o una comida en el campo con Gonzalo Anes

Las bucólicas, o una comida en el campo con Gonzalo Anes

Por Bernardo Rabassa
miércoles 02 de abril de 2014, 14:23h
Gonzalo Anes, director de la Real Academia de la Historia de España, ha fallecido en Madrid después de legar a la historiografía española una obra de asombrosa envergadura, fruto de medio siglo de incansable actividad profesional, tal como puede comprobar todo aquel que se asome a las páginas que le están dedicadas en una de sus creaciones más queridas, el Diccionario Biográfico Español. Una obra no sólo extensa por el número de sus títulos, sino también fundacional, puesto que está vinculada al nacimiento de la historia económica en nuestro país, que conoció de su mano un rápido desarrollo y una feliz institucionalización, a partir de su acceso a la cátedra de Historia Económica Mundial y de España de la Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad de Santiago en 1967 y, el año siguiente, a la misma cátedra en la Universidad Complutense de Madrid.

Solo le he visto algunas veces, pero le conocí hace algunos años, invitado a una comida en casa de Mica Valdes, con Luis Guzmán Justicia, y Aurelio Garcia de Sola sobrino político de Mica, y con los padres del marido de Esperanza Aguirre, Fernando Ramírez de Haro y Valdés, allá por los Santos de la Humosa, en los frondosos y añosos encinares, que van bordeando las alturas del Rio Henares desde Alcalá hasta Guadalajara. Solo mas tarde, cuando se casó un hijo, de mi amigo rotario exministro Antonio Valdes y Gonzalez Roldan, con la hija de una hermana de Mica la Marquesa de casa Valdes, Cristal Valdes caí en la cuenta de que era en los mismos encinares, donde se había desarrollado la comida, donde se realizaba la boda, en un ambiente similar al bucólico y pastoril de aquel ágape, donde en conversación de alto contenido cultural, habíamos hablado del futuro del liberalismo en España.

Tan impresionado me dejó, que ahora en la muerte de Gonzalo, no puedo dejar de recordar esa anécdota que había contribuido sobremanera a mi formación intelectual, de ella, salí para ser Presidente del Club Liberal Español, y así continuar una tradición que se había iniciado con la "Pepa " en 1812, transformando mis casi cuarenta años de lucha por el Liberalismo, iniciados bajo la egida de Salvador de Madariaga, frustrados por Adolfo Suarez, al destruirnos como tales, amalgamándonos en la UCD, y que aunque yo no quise ser diputado quedándome fuera y prohijando numerosas iniciativas con Joaquin y Antonio Garrigues Walker y luego en la fundación Jovellanos, ahora devenía una especie de "madre" liberal, pero eso si bucólica y pastoril como el recuerdo de aquel ágape. El Liberalismo político no puede ni debe aceptar esto, pero sí que debo reconocer, que este aire bajo las encinas, lleno de nostalgia de mejor pasado, con calor veraniego ya, y con el zumbido de las cigarras, no me llevara a ensoñar con Virgilio y sus Bucólicas y Botticelli, con el banquete del Nastagio degli honesti ante el que ocurre, una y otra vez la muerte de la doncella, fantasma del recuerdo del amor frustrado.

La poesía bucólica también llamada pastoril o pastoral es un género caracterizado por la aparición de pastores en medio de un paisaje silvestre, estos pastores pasan el tiempo cantando, tocando sus flautas, cantando poemas amebeos, y hablando de sus historias amorosas. El origen de esta poesía se remonta a la época alejandrina. Existen tres poetas bucólicos griegos de los que conservamos textos, éstos son Bión, Mosco y Teócrito. El poeta siracusano Teócrito cuya obra se titula ????????, esto es Idilios, una especie de pequeños poemas descriptivos. En esta obra se conservan los especímenes griegos más importantes de poesía pastoril. No pasó demasiado tiempo para que esta poesía llegara a Roma. Aulo Gelio en su obra Noctes Atticae nos ha transmitido algunos ejemplos de poesía bucólica romana mezclada con elegía, la poesía propia de los temas amorosos. He aquí un fragmento de uno de estos poemas:

Custodes ovium tenerae propaginis agnum,quaeritis ignem? ite huc; quaeritis? ignis homost.Si digito attigero, incendam silvam simul omnem,omne pecus flammast; omnia que video.

Más de un poeta del final de la época republicana incluyó motivos bucólicos en sus obras, pero no fue sino hasta la aparición de las Bucolica de Virgilio cuando este género encontró a su mayor exponente en el poeta mantuano. Las Bucólicas de Virgilio están compuestas por diez poemas que tratan sobre diversos temas, entre ellos, la confiscación de tierras que se hizo en la segunda mitad del siglo I a. C. como parte de la llamada pax augusta. Asi empieza su primer poema:

Tityre tu patulae recubans sub tegmine fagisilvestrem tenui Musam meditaris avena;nos patriae finis et dulcia linquimus arvanos patriam fugimus; tu Tityre lentus in umbraformosam resonare doces Amaryllida silvas.

La historia de Nastagio degli Onesti por el contrario añade el drama a la égloga, basado en una narración de Giovanni Boccaccio, conocida principalmente por un ciclo de cuatro cuadros del pintor italiano renacentista Sandro Botticelli. Las pinturas fueron ejecutadas en 1483, al temple sobre tabla. Botticelli representó la historia, tomada de la octava novella de la Quinta Jornada del Decamerón de Boccaccio: «El infierno de los amantes crueles». Se trata de la historia de un joven de Rávena, Nastagio degli Onesti, rechazado por su amada. Ve en el bosque a una mujer perseguida por un jinete, quien la ataca y mata; inmediatamente, ella se levanta y vuelve a repetirse el castigo sin fin, debido a que se trata de fantasmas, una maldición, debido a que la joven perseguida no atendió a los requerimientos de su pretendiente y éste se suicidó. Nastagio cree que tal aparición puede serle útil: hace que su desdeñosa amada la vea, con lo que consigue finalmente vencer su resistencia y llegar a un matrimonio feliz. Es de lo más parecido a nuestro ágape con Gonzalo Anes, pues entre encinas y carvalhos, en los altos del Henares, todavía no resoplaba el cercano AVE, en ese momento en construcción, pues se trata de una amplia meseta, donde las fincas de las Hermanas Valdes ocupan un amplio territorio que si no me equivoco linda con los antiguos dominios del conde de Romanones, algo más al Norte, en un amplísimo bosque del alcornoques y encinas, que nadie que vaya por la cercana autopista de Barcelona, puede imaginar que exista, aunque hoy desde el AVE se recorre en toda su extensión.

Coinciden casi en el tiempo, dos muertes paradójicas, la del ignaro Adolfo Suarez, elevado a los altares por la "Casta" política, que no ha dejado respirar a los liberales, domeñando la libertad, y conduciéndola al triste espectáculo de "Estos, Fabio, ¡ay dolor!, que ves ahora campos de soledad, mustio collado (España), fueron un tiempo Itálica famosa" de Rodrigo Caro, a la de Gonzalo Anes, el Gran Gigante , Sabio y de quien, in memoriam, deseo, hacer llegar a los deseosos de libertad y democracia tan duro como aleccionador y dramático mensaje.

BERNARDO RABASSA ASENJO
PRESIDENTE DE CLUBS Y FUNDACIONES LIBERALES. COMMODORE OF IBERIA OF IYFR.
MIEMBRO ASOCIADO DE ALIANZA LIBERAL EUROPEA (ALDE), PREMIO 1812
PREMIO CIUDADANO EUROPEO 2013 DE FORO EUROPA 2001
¿Te ha parecido interesante esta noticia?    Si (0)    No(0)

+
0 comentarios