red.diariocritico.com
Último servicio a España

Último servicio a España

Por Javier Fernández Arribas
martes 25 de marzo de 2014, 10:09h
En el momento de su muerte, Adolfo Suárez rinde un último servicio a España: recordar y valorar su obra política que se centra en el consenso para beneficio de todos los españoles. Las circunstancias de aquellos años son diferentes a las actuales pero hay elementos esenciales de su acción política que reclaman plena actualidad por su acuciante necesidad. Todos hablan bien de Suárez y de su trascendencia política para España pero nadie se aplica esas virtudes asimismo. Es decir, la búsqueda del consenso para alcanzar logros fundamentales para la convivencia de todos los españoles como la Constitución o la generosidad y valentía adecuadas para firmar los Pactos de la Moncloa.

Son los dos ejemplos más evidentes que nos afectan más directamente en la España de hoy donde los responsables políticos de los grandes partidos y de los pequeños han sido incapaces de ponerse de acuerdo para salir de la crisis, a pesar de los 6 millones de parados y el gravísimo daño social sufrido en numerosos sectores de la sociedad española. Lo del respeto a la ley resulta casi ridículo tener que mencionarlo pero es inevitable resaltar la necesidad de demostrar categoría política para haber resuelto, antes de tomar la envergadura actual, el conflicto en Cataluña. Por supuesto que Adolfo Suárez no era perfecto y cometió errores pero sabía lo que tenía que hacer y sabía hacerlo. Desde la ley de reforma política, la legalización del partido comunista, la reforma fiscal o el divorcio, con el castigo constante del terrorismo y las intentonas golpistas de una parte del Ejército.

La muerte de Adolfo Suárez puede representar un punto de inflexión en el comportamiento político si los protagonistas de la situación actual se creen de verdad lo que dicen que representó el presidente del Gobierno que recuperó la democracia en España y, sobre todo, se lo aplican. En España, hay que morirse para que se hable bien de uno, incluidos los medios de comunicación y algunos periodistas que en su día fueron implacables depredadores de Adolfo Suárez y estos días aprovechan columnas y programas de radio y televisión para glosar su propia vanidad cuando entonces ni estaban ni se les esperaba. En cualquier caso, Adolfo Suárez forma parte de la buena historia de España.
¿Te ha parecido interesante esta noticia?    Si (0)    No(0)

+
0 comentarios