Jiménez Barrios afirma que la Ley de Transparencia supone un "ejercicio drástico y potente" para combatir la "desconfianza" ciudadana
martes 11 de marzo de 2014, 15:28h
El consejero de la Presidencia,
Manuel Jiménez Barrios, ha señalado que la ley de Transparencia Pública de
Andalucía responde a la situación actual "en la que todo lo que se mueve y
flota en el ambiente de la ciudadanía es la desconfianza generalizada". En este
contexto, ha manifestado que se "requiere de ejercicios drásticos e iniciativas
potentes para intentar combatir esta desconfianza", al tiempo que ha explicado,
que esto no se puede lograr "sólo con discursos, sino con normas y con el cumplimiento
de ellas". Por este motivo, ha valorado la iniciativa del Gobierno de la Junta
de poner en marcha una ley como la de Transparencia, con la que la
Administración "ha de dar ejemplo en primer lugar".
Jiménez Barrios ha inaugurado en
Sevilla la 51ª Jornada Corresponsables, que organiza la editorial MediaResponsable
para reflexionar sobre la confianza de la sociedad en las organizaciones empresariales.
En este foro, ha defendido que ley andaluza "es pionera y más avanzada que la
norma estatal" y supone "una nueva oportunidad para volver a hacer historia
desde la comunidad".
Durante su intervención, ha
repasado los principales aspectos de la ley y ha recordado "todo lo que tiene
que ver con la Administración Pública tiene que estar publicado, en tiempo y
forma, en los paneles informativos a través de los portales de Internet" y que
la norma establece "un plazo limitado de contestación obligada a los ciudadanos
de 20 días, para que cualquiera que lo desee obtenga respuesta a alguna de sus
demandas de información".
Cambio cultural
De esta forma, ha recordado que
esta norma parte de la premisa de que "la información no es propiedad de la
Administración, sino que es un derecho de los ciudadanos", lo que significa un
enorme "cambio cultural".
Del mismo modo, ha valorado que
la ley de Transparencia "no obliga sólo a la Administración de la Junta, sino
al conjunto de las administraciones andaluzas, por tanto, las diputaciones, los
ayuntamientos, fundaciones, consorcios, mancomunidades, todos están obligados
al cumplimiento de esta ley".
En el mismo sentido, también ha
resaltado que las relaciones entre empresa y Administración "van a ser
absolutamente transparentes, ya que todo aquel que reciba fondos públicos
tendrá la obligación de facilitar la información correspondiente de lo que haya
sido el objeto contractual entre la empresa y la Administración".
En su opinión, esto significa que
la ley "obliga a todo el mundo a organizar estructuras y a establecer
herramientas necesarias que posibiliten esa información". "Hay que adaptar
todos los mecanismos que hasta ahora han estado funcionando para adecuarlos a
la nueva realidad, supone dar una nueva respuesta a una nueva situación que
exige planteamientos arriesgados que necesitan de la implicación de todos", ha
manifestado.
Proceso gradual
Por este motivo, ha señalado que
"este cambio tan fuerte de cultura obliga a un proceso gradual de puesta en
funcionamiento", por eso ha valorado que "la ley se dé un año de plazo para
establecer los mecanismos e instrumentos necesarios para hacer posible que esta
ley sea efectiva y que no frustre las aspiraciones del cambio cultural que debe
producirse en las relaciones entre el administrado y la Administración".
Igualmente, ha reseñado que para
que la ley, "efectivamente, se lleve a la práctica, se han introducido medidas
coercitivas, con un código sancionador, al que uno puede dirigirse si no
encuentra satisfechas sus necesidades de información". Por este motivo, la
norma contempla "los dos aspectos: un órgano que vigile el cumplimiento de la
ley y un código punitivo que haga que, efectivamente, quien no responda en los
términos que la ley contempla pueda ser sancionado".
Jiménez Barrios ha expresado su
"satisfacción" por el "buen agrado" con el que "las fuerzas políticas,
sindicales y empresariales han acogido la ley, aunque nos obligará a todos a un
ejercicio de transparencia al que no estamos habituados y que, sin embargo,
intentará romper el clima de desconfianza generalizado".
Finalmente, ha apuntado que,
durante el trámite parlamentario, "esta ley será enmendada para bien", aunque
valora que "será difícilmente enmendable
en lo sustancial" dado el buen trabajo previo "realizado por equipos de la
Universidad y distintos foros nacionales e internacionales".