Por
Pascual Hernández del Moral.
domingo 15 de diciembre de 2013, 09:41h
Ya ves, amigo lector,
quién nos iba a decir a nosotros el éxito de esa bonita canción de la malograda
Cecilia, en la que canta que el 9 de noviembre, aunque sin tarjeta, un amante
oculto, que resulta ser el marido, envia a su amante/esposa un ramito de
violetas. Pues Mas nos asegura para el próximo 9 de noviembre otra muestra de
amor, y no con violetas.
¡A ver si a la
tercera va ya la vencida!. Primero, el teniente coronel Macià y la proclamación
de la República Catalana en el 31, que duró tres días; después, Companys
(¡Madrileños: Cataluña os ama! dijo en la conmemoración del Día de Madrid), en
1934, tras la muerte de Macià, y que duró hasta los tres cañonazos del general Batet,
al día siguiente de proclamar la independencia de Cataluña, en la plaza de San
Jaime. Y ahora, Más, Junqueras y sus mariachis, que han decido alegrarnos la
vida con el "ramito de violetas" que nos prometen para el 9 de noviembre de
2014. ¡Qué vamos a hacer! ¡A relajarse y disfrutar, si nadie lo remedia! Ya no
hay ningún Batet, y ningún presidente de España actual se atreverá a sacar a la
Plaza de San Jaime ni a la cabra de la legión.
Pero ¡ojo!: estos
quieren la independencia rizando el rizo: pretenden hacer "una ilegalidad legal".
No les importa que diga la Constitución lo que diga; no les preocupa ni el 155
ni el 166 ni 167; se las trae al pairo el artículo 1 y el 2. Al fin y al cabo,
ya se pasaron por el arco del triunfo los artículos 3 y 4, y no ha pasado nada;
no han cumplido las sentencias del Constitucional que no les han gustado y
tampoco ha pasado nada... Por eso, aseguran que si quieren votar la
independencia, lo van a hacer, diga el gobierno central lo que diga. Y yo me
temo, visto lo visto, que dado lo melifluo y blandengue de Rajoy, diga la vice
lo que diga, capaces son de conseguirlo, y lograr que los demás les compremos
la moto. Estamos acostumbrados los españolitos a que nos vendan una burra coja,
y nos convenzan, además, de que es culi-honda, porque, con el apoyo de muchos
medios de comunicación, que no quieren que los catalanes duden de son más
demócratas que los atenienses, nos han ganado la batalla de las palabras. Y
ahora van a ganar la batalla de los hechos.
Ya están preparando
el censo de cara al referéndum. ¿Quiénes votarán? ¿Los catalanes de nacimiento?
¿Todos los que viven y trabajan en Cataluña? ¿Los catalanes en el extranjero,
entre ellos los que vivan en el resto de España (y entre ellos, todos mis
hijos, que son catalanes de nacimiento)? ¿Los emigrantes charnegos que así lo
soliciten? ¿Todos los que tengan tarjeta sanitaria? ¿Los mayores de 16 años,
aumentando dos años a los adoctrinados por la "escola catalana"? El CERA de
Cataluña deberá construirse de nuevo... Pero desde su punto de vista, estos son
problemas menores, que se solventarán según convenga a la luz de los resultados
que se quieran obtener. ¡Y adelante con los faroles!
Para intentar evitar
el sindiós, el gobierno, con Rajoy a la cabeza, asegura que tal "consulta" no
se producirá. Pero llevan ya varios años calentando motores con los referéndums
en los ayuntamientos y no ha pasado nada, a pesar de lo previsto en la Ley
2/1980 del 18 de enero (artº 2); si desde hace mucho tiempo se viene votando
contra España en muchos pueblos de Cataluña, y el gobierno como quien oye
llover (y no quiero hacer un chiste desgraciado como el de Rajoy en el
Congreso). Ahora nos dice "Fredy Pérez", el químico, que está a todas con Rajoy
en los asuntos de estado, y que le apoyará en todo para evitar la consulta. Y
tú, amigo lector, visto lo visto, ¿te lo crees? Después de jurarle apoyo, dice
que es necesario "negociar, buscar una salida". ¿Qué se puede negociar, cuando
te amenazan con la comisión de un delito? Las agresiones verbales, las
humillaciones públicas de los catalanes independentistas hacia España y todo lo
que significa, están catalogadas en los códigos de justicia, y son merecedoras
de eso que con tanta educación y finura, el ministro Ruiz Gallardón llama
"reproche jurídico".
En efecto, yo no me
fío de los socialistas, sobre todo, viendo la actitud de Pedro Navarro, el
socialista catalán, que lo tiene muy claro: hacer campaña para que se celebre
la consulta. A lo mejor, espera que gane la primera pregunta, y pierda la
segunda, y quede abierta la puerta para la petición de un estado federal.
Además, si les conviene cambiar de idea, ya buscarán una excusa que explique el
negar el apoyo al gobierno. No veo yo a Alfredo Pérez apoyando a Rajoy, si este
decide aplicar el 155; más bien al contrario.
Son malos tiempos
para la lírica, pero vamos a esperar a ver si llega el ramito de violetas.