Los hosteleros, "indignados" por el fin de las aceiteras rellenables, donde "nos tachan de presuntos defraudadores"

El presidente de la comisión gestora de la Federación de Hosteleros de Andalucía, Antonio de María Ceballos, se ha mostrado "indignado" por prohibición de las aceiteras rellenables en hostelería, una medida con la que "se nos quiere acusar de presuntos defraudadores".

Sobre la intención del Gobierno de España de obligar al uso de envases irrellenables, después de que la Unión Europea diera marcha atrás en la normativa comunitaria que preparaba en este sentido, Antonio de María considera que esta desaparición "supone un despilfarro enorme", toda vez que "deben desaparecer desde el convoy hasta la aceitera para el desayuno", lo que supondrá, a su juicio, "un problema medioambiental enorme, porque se va a genera una enorme cantidad de envases que se deberán destruir".

Tras recordar que en España hay 350.000 establecimientos de hostelería, de los que 45.000 se ubican en Andalucía, De María ha asegurado a Europa Press que los establecimientos de hostelería "procuran poner el mejor aceite del mercado". "La calidad del aceite de oliva se ha dado a conocer a muchos viajeros y turistas a través de nuestros establecimientos", asevera.

Asimismo, considera que el hecho de querer obligar a los hosteleros a poner fin a las aceiteras rellenables "es algo antinatural", toda vez que "el establecimiento de hostelería es el único autorizado para manipular los alimentos y lo que se coloca es nuestra responsabilidad y la calidad en nuestras manos está perfectamente defendida".

Antonio de María considera que con esta medida "se nos está diciendo que todos los hosteleros somos sospechosos de fraude y nos tachan de presuntos defraudadores, algo totalmente incierto, pues ponemos en la aceiteras y convoys el mejor aceite".

"Estamos indignados, pues la UE rechazó la propuesta de España por ir en contra de criterios medioambientales, pero ahora el Gobierno central nos lo quiere imponer", ha aseverado este representante de los hosteleros, quien considera que "en el fondo subyace un interés por potenciar determinadas industrias que se dediquen al aceite envasado". "Es una medida que no es justa ni beneficia a nadie, solo a esa parte del sector comercial de los aceites envasados", asevera.