El articulo 24 del código civil
Por
Pascual Hernández del Moral.
martes 22 de octubre de 2013, 09:38h
A raíz de las
declaraciones en La Nueva España "diario independiente de Asturias", del ave
canora Alberto Pla Álvarez, en las que afirma que "siente asco por ser
español", que es "una mierda ser español" y otras exquisiteces semejantes, se
me ha ocurrido repasar lo previsto en la ley sobre la nacionalidad española, y
el modo de renunciar a ella. Por eso, quiero comenzar indicándole a Alberto Pla
Álvarez QUE SE MIRE EL CÓDIGO CIVIL, SU ARTÍCULO 24, que es donde se explica
cómo puede dejar de ser español, y quitarse sus ascos.
El Código Civil dice
que el que no quiera "ser español" porque le dé asco, -esto no lo dice el
Código, sino yo-, y lo sea por nacimiento, ¡puede dejar de serlo! El modo no es
muy complicado: se va el susodicho a vivir al extranjero durante tres años, por
ejemplo, a Marruecos, a Corea del Norte, a Cuba (aunque aquí es más dudoso que
se consiga, dado que es un país hispanoamericano), a Albania, o a Kosovo, pongo
por caso; se solicita la nacionalidad del país en cuestión y, cuando te la den,
pasados tres años, puedes "pedir la baja" como español. Como se ve, no es
difícil de lograr. Por ese camino parece que va el Güili Toledo, que se ha marchado
a Cuba. Espero que pida la nacionalidad cubana, se la den y se borre de esta
mierda de país, o lo que sea, llamado España. Aunque el país al que se fuera a
vivir tiene que reconocerle la nacionalidad, y con los certificados de amor a
su antigua patria que puede mostrar, no creo yo que ninguno se arriesgara a
ofrecérsela, no fuera que...
Es curioso que, de
tanto en tanto, salen a la palestra determinados elementos, amigos de la
provocación gratuita, que buscan "epatar" con actitudes más propias de los años
sesenta, y que hoy resultan infantiles, chocarreras, groseras y ordinarias ("frikis"
dirían los jóvenes modernos). Recuerdo uno de los epatantes de finales de los
años ochenta: Fernando Arrabal; le dio gran notoriedad que en un programa
televisivo conducido por otro "friki" del momento, Sánchez Dragó, se presentó
borracho, pero divertido. Alguna chorrada dijo, pero no insultó a nadie. Menos
gracia tuvieron, sin embargo, las declaraciones de otro, ya fallecido, que
provocó también a muchos españoles no nacionalistas. Me refiero a Pepe
Rubianes, gallego-catalán, que en TV3 dijo eso de que "la unidad de España se
la sudaba por delante y por detrás", que se metieran a España en el puto el
culo a ver si les explotaba dentro..." y otras lindezas. Por esas palabras, se le
abrió juicio oral, junto a Om Ferrer, en tiempos de Zapatero, por incitación al
odio y ultrajes a España.
Es de notar el gusto
por lo escatológico y fecal que manifestaba el amigo Pepe Rubianes: "que se
vayan a cagar, huelen a mierda..." y otras preciosidades. Parecía que este hombre
no había pasado de los cinco años, etapa en la que los niños disfrutan con un
lenguaje semejante. Me acuerdo de que, cuando llegué a Barcelona, en los
tranvías había, encima del conductor dos carteles. En uno se prohibía hablar
con el conductor, por una razón evidente. En el otro, se prohibía "la blasfemia
y la palabra soez", por razones de buena educación y otras también evidentes.
Se conoce que Rubianes, más o menos de mi edad, no debía subir en los tranvías,
era de memoria frágil, o decía lo que decía "por joder la marrana".
Yo, que me quedé en
Antonio Machín, no tenía ni idea de que existiera el cantor Alberto Pla Álvarez.
He buscado quién es el susodicho, he oído algunas coplas de él, y la más ajustada
a su tipo es la intitulada "LA DEJO O NO LA DEJO", en la que se atormenta con
si sigue con su moza o si debe denunciarla a la policía, porque ella pertenece
a un grupo terrorista, que ha matado a tres policías en una comisaría -menos
comercial este asesinato que poner un coche bomba a un coronel, dice-, que ha
puesto una bomba en el congreso y ha matado a tres políticos... y cosas por el
estilo, muy majas, divertidas e instructivas todas ellas.
¿Qué tiene este
pájaro, me pregunto, para que se le contrate en las fiestas mayores de los
pueblos de España? Su misma apariencia deslavazada, su aspecto desaliñado y
sucio, con cara de "colgao, fumao o rayao" con una indumentaria de pantalones
"cagaos", gorra con la visera "patrás", a sus casi cincuenta años, su música
contrahecha, no me parece lo mejor que un ayuntamiento puede ofrecer a sus jóvenes,
pero ellos sabrán,
Y como todos, la
tendencia a lo procaz, a lo escatológico, al "épater le bourgeois", el
desprecio a España y a los españoles ("Siempre he maldecido a los Borbones, la
iglesia, el daño que han hecha a este país y he dicho que era una mierda ser
español") porque sale gratis, son su tarjeta de presentación. Parece, sin
embargo, que manifiesta un cierto arrepentimiento por haber hecho estas
declaraciones, que, sin duda, le van a costar más de un contrato, y eso duele.
¡Ah, y ya comienza a decir que son los demás los que le van a censurar! Los
comunistas no, porque ellos son muy demócratas, y defienden esa libertad de
expresión: la alcaldesa de Castrillón, Ángela Valina, de IU, afirmó: "Yo no me
llamo Francisco Franco, y no censuro a nadie". ¡Aplausos para ella!
El señor Rubianes ya
no puede porque se murió en 2009, y Fernando Arrabal es ya muy viejecito, y le
sería muy trabajoso cambiar de país. Pero el ave canora Alberto Pla tiene edad
para iniciar una nueva vida en un nuevo país, en el que no sufra las arcadas
previas al vómito. Y mientras arregla su marcha de España, le recomiendo que
tome Primperán, muy efectivo contra las náuseas y los vómitos.
¡Bendito Dios, y qué
sufrimientos nos da el no poder elegir donde nacemos! Pero menos mal que existe
el artículo 24.