Concepción
Perea y 'La Corte de los Espejos'
"Este libro ha borrado por completo mi ego de escritora"
Por
José Iglesias Blandón
viernes 09 de agosto de 2013, 15:47h
Concepción
Perea irrumpe como un suplo de aire fresco en la literatura fantástica actual y
en el nuevo sello editorial de Random House Mondadori, Fantascy. Una escritora
rompedora, adicta a los ritmos narrativos, empeñada en trepanar los imaginarios
colectivos con unos personajes de culto, una trama envolvente y una acción
vertiginosa. La
Corte de los Espejos, su primera novela, ya trasciende todos los límites
de su propia aventura, de su propio universo. La voz de esta autora sevillana,
por sí misma, es, a cada inflexión, una declaración de intenciones manifiesta.
Desafortunadamente,
la literatura fantástica en España aún se sigue considerando un campo menor ...
Está
vinculada a la literatura juvenil, y la literatura juvenil está vinculada, erróneamente,
a una literatura de baja calidad. En Estados Unidos, Inglaterra y el resto de Europa
no ocurre eso. Tenemos a Michael Ende, Roald Dahl, Gianni Rodari... Aquí,
autoras como Carmen Martín Gaite y Gloria Fuertes demostraron que se puede
hacer una literatura juvenil muy buena. Pero sí es cierto que España nunca ha
tenido tradición de elementos fantásticos en la novela. Los ingleses poseen el Beowulf;
nosotros, el Cantar
de mio Cid.
Las pasiones
humanas no entienden de géneros literarios...
Por
supuesto. Existen muchos prejuicios.
Entre ciertos escritores, y entre el lector que se considera a sí mismo
"culto", no se quiere saber nada sobre literatura fantástica, y les
comentaría que cuando leyeron Las aventuras de Alicia en el país de las maravillas,
El maravilloso
mago de Oz u obras de autores como Gabriel García Márquez, leyeron
literatura fantástica. Cortázar, Borges, Saramago, todos tienen elementos y relatos
fantásticos.
Dicen que el
mejor lector es capaz de tocar todos los palos...
Yo
un día estoy leyendo a Albert Camus, otro a George R. R. Martin, y hay veces
que, aburrida, ojeo algo realmente malo, aunque, lo siento, nunca llegaré a
leerme Cincuenta
sombras de Grey...
Nunca diga nunca
jamás...
Para
preparar los cursos de literatura fantástica que imparto le eché un vistazo,
pues contiene técnicas de superventas que se explican a escritores noveles.
Bella de Crepúsculo,
por ejemplo, descrita físicamente a pinceladas, nada exhaustivo, carente de
creencias políticas, religiosas... Solamente un manojito de emociones, y eso
tira de ella, para que un lector cualquiera se identifique con el personaje,
para que un lector cualquiera se convierta en el personaje. Es la llamada
técnica de la "cáscara vacía".
Hablemos de Nicasia,
alma máter de La
Corte de los Espejos...
Su
historia comienza hace años, para mi blog "La Corte de los Espejos",
por entregas. La acogida fue sorprendente. Entonces, con el tiempo, un amigo de
Barcelona me dijo que ya estaba adquiriendo todo dimensiones novelescas, que me
planteara escribir de veras una novela. Justo por aquellas fechas ingresé en el
máster de Creación Literaria de la Universidad de Sevilla y vi aquello como una
excusa perfecta para darle forma, aunque después presenté como trabajo final
solo la mitad, con un final falso, muy malo...
Tengo entendido
que fue su excusa particular para participar en juegos de rol...
Mis
amigos no me dejaban jugar, querían siempre que arbitrara yo. Creé a Nicasia
para poder divertirme. Fue convirtiéndose en una especie de sargento de hierro.
Conseguía que los personajes de los otros no se me subieran a la chepa. Así le surgiendo
unos rasgos de personalidad. De hecho, a día de hoy, sigo desarrollando
personajes como si constituyeran fichas de rol.
Porque Nicasia es
una knocker
del gremio de ingenieros con un carácter, llamémoslo, "especial"...
Una
tía que te encantaría tener cerca para afrontar algún problema, pero con la que
nunca compartirías piso. Muy firme en sus convicciones, muy antisistema,
guerrillera, bastante radical. Al pobre sátiro Marsias lo lleva por el camino
de la amargura... Para la novela tuve incluso que matizar su forma de hablar
porque al principio decía auténticas salvajadas. La Nicasia de la novela es más
coherente. Yo en el blog no tenía que rendir demasiadas cuentas, a veces narraba
cosas inmotivadas, por diversión.
Pero si algo
caracteriza a La
Corte de los Espejos es su cascada de personajes, tan potentes como
decisivos...
A
la gente le encanta Boros. Me está llamando mucho la atención esto porque es un
psicópata, el matón que le hace el trabajo sucio a Nicasia. Me agrada, pues yo
pretendía que los malos de esta novela no fueran simples, sino que tuvieran motivos
complejos, como Isma'il, ciego, tan duro de escribir, no podía describir
visualmente nada, todo a través de sensaciones. Son personajes que me exigieron
mucho, aunque estoy descubriendo que me gusta complicarme la vida.
¿Cómo se
construye un universo propio de estas dimensiones?
Leyendo
mucho. Sobre todo autores victorianos, curiosamente más vinculados al género de
terror que al fantástico. Porque esas historias típicas retratan a las hadas
como seres a quienes temer, respetar; criaturas aterradoras, según Arthur
Machen y su obra El
gran dios Pan. Me di cuenta de que todo ese folclore estaba muy
vinculado a la mitología nórdica, pero también a la sajona, a la francesa.
Incluí en La
Corte de los Espejos algo de la mediterránea, griega y romana (centauros,
sátiros, dríades), porque la mitología española, aunque resulta históricamente
muy interesante, está ligada a los árabes, al mundo humano.
En una comunidad
debe haber alguien que regente, por ejemplo, un burdel. Siempre lo pienso
cuando me enfrento a todos esos tintes "candorosos" de recientes
narraciones fantásticas...
Yo
también. Cuando leí El señor de los anillos, al llegar a la zona de
Rivendel, con Elrond y su hija, me dije: "Esto es muy bonito, maravilloso,
pero algún elfo se dedicará a limpia sus ropas, a cocinar, a cuidar las
caballerizas, ¿no?" En la novela fantástica siempre están el paladín, el
arquero, el mago, la novia de alguien, que si no vienen de la nobleza, casi. Y
a mí me interesan más personajes como Costurina, quien se levanta cada mañana a
las seis para encender el horno de su posada, o Marsias, quien, sí, vive de
regentar su prostíbulo.
Sin embargo, las
hadas parecen no tener la misma moral que nosotros...
Ni
género sexual definido. Muchos lectores me preguntaron si había escenas
lésbicas en mi libro, pero no es así, simplemente las hadas no distinguen, no
tienen ese problema.
Mi sensación es
que ha escrito la novela que querría leer...
Como
hoy en día no te vas a hacer rico escribiendo, pues he decidido escribir
siempre lo que me guste, lo que me divierta, sea publicado o no, me da igual,
pues de ambas formas saco algo productivo. Por los mismos motivos no pienso
estirar esta historia, redactar una saga de cinco libro, porque sé que me
aburriría. Mi lista de proyectos es larga. Es cierto que preparo una segunda
parte de La Corte
de los Espejos, pero también ando con una novela muy oscura que
pretende darle un giro al steampunk. Iré saltando de una a otra.
¿Qué le exige a
la Literatura?
Que
pasen cosas. Una obra puede contener frases preciosas, estar genialmente
escrita desde un punto de vista técnico, pero, por favor, que tenga ritmo. Y se
pueden hacer novelas muy reflexivas, que traten grandes temas humanos y tal,
pero al mismo tiempo ser ligeras de leer. Aquí siempre menciono a Firmin,
un libro que te habla sobre el mundo del escritor, de la creación artística,
misantropía, filantropía, y entremedias no paran de ocurrir cosas. A veces leo
a los grandes de la Literatura y echo en falta cierta agilidad. Con los rusos
me pasa mucho. Y mira que tengo capacidad de concentración, pero no me gusta
forzarla.
Lo fantástico
supone una oportunidad inmejorable para fabular nuestra realidad; alegoría de
lo contemporáneo...
Mientras
escribía La Corte
de los Espejos pensaba mucho una cosa: La Guerra de la Reina
Durmiente, en TerraLinde, fue una guerra civil. Vence el bando de Nicasia,
democratizando el reino feudal de las hadas, aunque hasta cierto punto, pues
quien sigue gobernando es la nobleza elfa. En España ha pasado algo parecido, y
hoy en día continúan en el poder "los mismos". De ello viene lo que
estamos teniendo ahora... A su vez, pretendía establecer paralelismos en base a
esa lucha interna entre un mismo pueblo. Cualquier guerra es horrible, pero las
civiles lo son especialmente. Mandos contrarios, enfrentados, que al final
firman una llamada paz para seguir todos compartiendo el mismo país, el mismo
territorio, viéndose las caras, mirándose a los ojos cada día. Una guerra civil
la pierde siempre el pueblo, nunca el de arriba.
Inaugura sello
editorial nada más y nada menos que con Random House Mondadori...
He
tenido mucha suerte: me han abierto todas las puertas, me han dado facilidades,
sigo manteniendo un contacto fantástico con mi editora. Hoy parece que está de
moda hablar mal de las editoriales. Aunque el sistema editorial tiene sus carencias,
pienso que ya no es cosa solo de las editoriales, sino del Mercado. Esto me
ayuda a plantar los pies en la tierra. Con la publicación de este libro se ha borrado
completamente mi ego de escritora. Porque ves el asunto claro: o trabajas mucho,
haciéndolo lo mejor que puedas, o te mandan a la mierda, seas quien seas.
Parece que a un autor se le permite todo cuando está en una editorial
importante, pero no es cierto.
Confiéseme lo
mejor y lo peor que le hayan dicho sobre La Corte de los Espejos...
Lo
peor, que los nombres de mis personajes son horteras. Me lo comentó un chico,
no acostumbrado a leer literatura fantástica, y debo reconocer que me escoció,
pues me he esforzado mucho para que resultaran originales. Lo mejor me lo dijo
hace poco una mujer: "Mi hija se está leyendo el libro, y después voy
yo." La diferencia de edad entre los lectores. Igual me escribe una chica
de quince años que un hombre de cuarenta. Eso es lo que pretendía. Te
proporcionan análisis muy interesantes. Me encanta.
Por José
Iglesias Blandón.
@pepeiglesiasb