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'Tejedores' de redes sociales

El servicio de dinamización vecinal impulsado por el Ayuntamiento de Madrid y la Federación Regional de Vecinos trata de crear una red social que fomente la actividad de las comunidades y solucionar sus problemas.
"Nuestro objetivo es crear vecinos responsables con su comunidad y hacer ciudad". Habla Carlos Sánchez, coordinador técnico del servicio de dinamización vecinal del Ayuntamiento de Madrid. Este servicio municipal, de casi cuatro años de vigencia, saca a la calle el trabajo de varios expertos en materia de asuntos sociales que se dedican a detectar en el propio barrio las necesidades e inquietudes de la población de más de una veintena de barrios de Madrid y a fomentar que estas puedan llevarse a cabo.

En el rapeadero de Lavapiés, los dinamizadores realizan labores de integración "Se trata de estructurar un trabajo en colaboración con las asociaciones de vecinos que permita intervenir donde hay un deterioro o un déficit de convivencia a través de iniciativas consensuadas con las propias comunidades", explica Sánchez. De esta manera, tejen un entramado social que permite tener una referencia cercana a la hora de dar parte de los problemas que se sufren en el día a día de cada vecindario.

Para conseguir ser esa referencia tienen que mojarse. Nieves, dinamizadora del barrio de Lavapiés, explica que el horario es bastante intenso. "Muchas de las actividades que ideamos tienen que ver con las horas de ocio de los vecinos y muchas necesidades surgen a horas intempestivas", asegura la coordinadora. "De esta manera, trabajando en los momentos de los vecinos, en sus casos generales y particulares, consigues una respuesta, un 'feed-back' que te permite dar una respuesta más inmediata a sus necesidades. En ese sentido es vital el trabajo con las asociaciones de vecinos".  

El servicio de dinamización vecinal se crea en el mes de julio de 2004. Parte de un convenio entre la Federación Regional de Asociaciones de Vecinos (FRAVM) y el Ayuntamiento de Madrid. Comenzó con un grupo de seis dinamizadores en seis barrios, principalmente, en algunos en los que tenían mayores porcentajes de extranjeros. Se pretendía crear una red que permitiese desarrollar un marco de convivencia mediante acciones concretas y de desarrollo continuo.

Nuevo convenio
El convenio se renovaba año a año hasta que el pasado 15 de marzo la delegada de Familia y Asuntos Sociales, Concepción Dancausa, suscribió con el presidente de la FRAVM, Ignacio Murgui, un convenio para 2008-2011 con una aportación de 3.368.819,39 euros. Gracias a esta inyección el servicio se pudo ampliar a 21 barrios o zonas de la ciudad donde trabajan 21 profesionales del diálogo ciudadano.

Los barrios son los siguientes: Lavapiés y Embajadores (Centro); Bellasvistas y Almenara (Tetuán); Valverde (Fuencarral); Lucero (Latina); Pan Bendito, San Isidro y Comillas (Carabanchel); Almendrales y San Fermín (Usera); San Diego y Palomeras Sureste (Puente de Vallecas); Quintana (Ciudad Lineal); San Cristóbal, San Andrés, Los Rosales y Los Ángeles (Villaverde); Valdebernardo (Vicálvaro) y Simancas (San Blas).

Cada dinamizador trabaja de manera transversal con su entorno y los organismos de los que depende. Es decir, primero se adapta a las peculiaridades sociales del barrio o área de influencia en la que trabaja. Y luego canaliza las inquietudes de la población a través de la colaboración con las asociaciones de vecinos, los técnicos de servicios sociales y de prevención, los agentes de igualdad, y la interacción con particulares. Posteriormente, utiliza los recursos municipales para resolver las necesidades en cada caso.

Rapeaderos y asesores de colegio
Las opciones de trabajo son innumerables: mediación vecinal, creación de espacios de encuentro, atención de denuncias particulares, orientación en temas como el padrón o las becas de comedor... Además, elaboran programas especializados en temáticas de preocupación social. Tienen talleres de memoria histórica para mayores, equipos de fútbol femeninos para trabajar contra la violencia de género, rapeaderos para la integración de la inmigración, gymkanas de fomento de la cultura, asesores en los colegios y un largo etcétera. El objetivo es fomentar la actividad de las comunidades y los habitantes de la ciudad.

Sánchez concluye: "Poco a poco hemos conseguido hemos demostrado que estamos ahí. Por el boca a boca los vecinos nos conocen y nos buscan porque saben que participamos en la solución de sus problemas y que pueden contar con nosotros".
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