Lamentablemente Hipódromo de Madrid despedirá este otoño en un ambiente plomizo. Lo malo es que ya son cinco años y parece asumida la negligencia de los que dirigen el cotarro hasta para ir dejando pasar los domingos sin pena ni gloria. Éste, extrañamente, había más ambiente hípico de lo habitual. No sé si me lo pareció, por la presencia de algunos aficionados de San Sebastián, poco habituales en Madrid, o porque para ir a las tribunas, días como el de hoy, hay que tener los caballos en el ADN. De nuevo, un diez para los fieles. Pensemos igual o distinto, esta afición es el mejor aval que tiene el Hipódromo. En el plano deportivo, Horcajada dio un recital con tres victorias, incluida la alcanzada con Victory en el Veil Picard.
Metralleta en mano y con una seguridad impropia de un Hipódromo me recibieron en el desvío de la Cuesta de las Perdices. ¿Qué pasa? La disputa de los premios del Cuerpo Nacional de Policia y la Guardia Civil ‘obligaba’ a ese despliegue y a otros que sorprendieron a los aficionados durante la mañana. Entre ellos la escolta a los ganadores por caballos de la Policía montada o la demostración canina. Por cierto, si no lo digo reviento. No fue anunciado en ningún sitio. Nadie se hizo eco. Ni A Galopar lo publicó. Definitivamente, la revista no quiere a la Policía… ni a los perros.
Bromas aparte. Si es cierto que en la página web del Hipódromo hacían mención de estos actos y aunque sorprendía la seguridad a la entrada del Hipódromo tampoco molestaba. Incluso esta mañana el llegar con tiempo me costó mis euros porque la dupla Marino Gomes /José Carlos Lopera se impuso con Padrón en la primera. Este caballo, que había dado la cara en la Copa de Criadores y se la partieron, se hizo fuerte en la línea recta y sirvió para atajar la sangría que jockey y preparador llevaban con su ecart. Debutó bien Tagomago, que fue tercero tras Lady Audrey pero que bien pudo estar más cerca. Estaba algo falto y fue molestado en el remate. En esta carrera se le dio un homenaje a Julio Solera, que recibió una mantilla firmada. Un gesto emotivo que pilló a muchos por sorpresa y que tampoco tuvo el más mínimo eco para los aficionados. Definitivamente, y esto va en serio, no hay comunicación.
Ya asentado en el Hipódromo, comprendido el despliegue de seguridad, me pilló menos de sorpresa el triunfo de Arapiles. Aquí quién se sorprendió fue Matías Borrego que se creía ganador con Cañadio, después de que su compañero de patio Eco Jar pusiera a trabajar al pelotón en los 1.800 metros para acabar con la posibilidad de muchos rivales, entre ellos Salcedo. Lo que no contaba el patio de Paquito es con el remate de Arapiles. Horcajada tuvo fe y encontró un hueco por los palos para robarle la cartera al de la cuadra Hispánica. Monsagro, con un peso liviano, fue un buen tercero por delante de Pituss.
Draco ganó al estilo Diana López. Es decir arrasando. La amazona soltó a su caballo cuando vio pista y sentenció el lote de segunda parte con una comodidad inusual. Jarana, que tardó en poner el motor en marcha, fue segunda y la otra carrera, la del handicap, la ganó Ilizmit. Lo malo es que sólo cuenta como tercero. En esta carrera Fernando Ortega se inhibió como comisario de carreras (¿¿??) según el acta.
Recomponiendo pérdidas me pilló el desfile de la cuarta. John Fitgerald parecía fijo. Sin embargo, la carrera la decidieron los handicapers. ¿Otro tres años mal valorado? No, esta vez no. Esta vez fue decisivo el ‘extraño’ kilo que le bajaron a Preciados por un séptimo puesto en su anterior. Valgan ahora las especulaciones y los favoritismos. Más leña. El caballo dejó en la pista un gran remate, que particularmente me sorprendió porque sí le veía atado en el handicap, para cazar en la meta a Muñeca Brava. Los dos se habían puesto a salvo del irregular final de John Fitgerald, al que le faltó algo de fijeza para confirmar su gran favoritismo. Otra vez Horcajada encontró el premio, esta vez atacando por el exterior y empujando con la moral y la suerte que pareció faltarle a José Luis Martínez.
No hubo tanto suspense en el Veil Picard. El rumor de Kingside en el padoock corría a la misma velocidad que la exhibición canina (justo durante la previa del Gran Premio ¿¿??) en la pradera de Preferencia. Malkova y su tos también tenían corrillos. El caballo de Luis Alberto Núñez no fue ni la sombra de lo que había mostrado hace dos semanas y no apareció. Lo hizo su preparador ante la petición de los comisarios de carreras y argumentó un continuo cambio de manos. A quién sí se le vio fue a Victory, muy a gusto en una distancia, que Beroa alargó con un paso decidido desde el golpe de cajones. El caballo que había bajado Román Martín dispuso del lote y ni el amago de remate ganador de Carlsson, por el exterior, inquietó a Horcajada que aguantó muy bien hasta la meta. Beroa desmentía su última con un tercer puesto bastante trabajado. Lo mismo que Feitizo, siempre regular, y que cazó el cuarto puesto por delante de la otra yegua Vettstori.
En la última, con más de medio hipódromo incluido el que esto escribe, desfilando a ver a Fernando Alonso (no se puede ganar siempre) Zona Cero encontró su victoria por delante de Loch Etive y Domeside.
Si (
No(
