El presidente de la Sala, Fernando García-Nicolás, ha pinchado las expectativas de sectores extremistas sobre las posibles declaraciones de Jesús Eguiguren en la Audiencia Nacional, en la que ha comparecido este viernes como testigo solicitado por Jone Goiricelaia, defensora de los batasunos Arnaldo Otegi y Joseba Permach. García-Nicolás ha impedido cualquier pregunta de Goiricelaia que pudiera comprometer a Rodríguez Zapatero o a su Gobierno. La letrada de la izquierda abertzale ha hecho constar su más enérgica protesta por la actitud del presidente de la Sala.
Así, la declaración de Jesús Eguiguren en la Audiencia Nacional ha sido, en realidad, absolutamente innecesaria. El juez García-Nicolás no ha admitido ninguna pregunta sobre la posible relación de Eguiguren con los abertzales, porque "no hace al caso y la Constitución impide preguntar sobre referencias políticas".
A preguntas de la defensa -las pocas que García-Nicolás ha dejado pregunta a Goiricelaia-, Eguiguren dijo escuetamente que la legitimidad que tenía para negociar con los batasunos venía de que "soy un vasco que ama a su tierra por encima de todo", de su 30 años de militancia en el Partido Socialista y de sus "pinitos" anteriores en Bandera Roja y en el PC, aunque "siempre he sido del Partido Socialista".
Ninguna pregunta se ha permitido que pudiera ser conflictiva, pero Eguiguren sí reconoció que había tenido reuniones dentro y fuera del Parlamento, con Arnaldo Otegi, Pernando Barrena, Joseba Permach… Pero el juez no le dejó seguir por esa vía. No permitió que se le preguntará por el objetivo de esas reuniones, ni en el año en el que se realizaron, ni si estaba informado del contenido del acto de Anoeta; pregunta esta última sobre la que García-Nicolás dijo que "No es necesario", aunque él sí le preguntó: "¿Estuvo usted en el acto?". Eguiguren respondió que "No".
¿Conocía Eguiguren la propuesta de Anoeta?: "Conocí una declaración que se iba a presentar que conocía media España". ¿Había otra persona informada del contenido del acto?: "Yo no podía saber el contenido del acto, pero sí sabía que iba a haber una declaración.
Aparte de mí, lo conocía media España, media Euskadi". En ese momento le preguntó el juez que cuál era su legitimidad para hablar en un proceso de paz: "Tenía la autoridad política que tenía por estar media vida luchando por la paz en Euskadi". E, incomprensiblemente, el juez le desautorizó diciendo que Eguiguren sólo es presidente del PSE, un "cargo honorífico".
Goiricelaia tiró la toalla definitivamente haciendo constar su protesta. El fiscal no quiso preguntar, dado que Eguiguren "no estuvo presente en el acto". Y la acusación popular se limitó a preguntar si Eguiguren sabía que iba a ser un acto de Batasuna: "No sé exactamente de quién era el acto, todos sabíamos que era de la izquierda abertzale".
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