Las razones para el adjetivo son su fortaleza industrial, su base exportadora y su contribución del 19 por ciento al PIB español
El suplemento recoge la visión de expertos economistas, empresarios y del conseller de Economía, Antoni Castells, que coinciden en que Cataluña, pese a no haber escapado de la crisis, está "como nadie en la región mediterránea" para beneficiarse de la recuperación económica que parece asomar en Europa.
El artículo constata que Cataluña ha sido víctima no sólo de la crisis inmobiliaria que desató la caída de la economía española, sino también de la recesión en economías europeas como la alemana, a la que se dirige un importante volumen de sus exportaciones.
"Todos los indicadores muestran que lo peor ha pasado", señala Castells, y destaca que la fortaleza del tejido empresarial ha llevado a competir con las regiones industriales más potentes del continente -Baviera, Lombardía, Rhône-Alpes- e incluso a superarlas en algunos casos.
El presidente de la patronal Fomento del Trabajo, Joan Rosell, se muestra algo más cauto, asegurando que la comparación con 2009 no es todavía la confirmación de la recuperación, ya que fue un año "desastroso".
El artículo se hace eco del "acuerdo" entre economistas y empresarios en que Cataluña y España necesitan una flexibilización de su mercado laboral, así como una apuesta más decidida por la inversión en I+D+i para conseguir productos de más valor añadido.
Pese a estas debilidades y otras trabas como el exceso de burocracia, constata que el país sigue siendo atractivo. Entre los gigantes, cita a La Caixa, y recuerda que Cataluña acoge a más de 3.300 multinacionales, como la química Basf. Tampoco olvida a empresas familiares catalanas que han logrado convertirse en corporaciones mundiales, como Roca.
Retos empresariales
El artículo presta especial atención a la situación financiera en Cataluña, y asegura que, como en toda España, 2010 empezó con una "dolorosa resaca financiera". Según el director general de La Caixa, Juan Maria Nin, la liquidez de la que se benefició España desde finales de los 90 influyó mucho en la "burbuja" que originó la crisis. No obstante, el periódico defiende que la "estricta" regulación y vigilancia por parte del Banco de España contribuyó a ahorrarse la crisis de las 'subprimes' estadounidenses.
Nin apunta que las empresas catalanas se enfrentan a un problema de tamaño. Dijo que el reto para estas industrias es conseguir un tamaño -a través de fusiones si es necesario- que les permita competir a nivel global.
El presidente del Banco Sabadell, Josep Oliu, constata que los emprendedores catalanes todavía son cautos para iniciar sus proyectos, y aseguró que, mientras la gente se queja de falta de concesión de créditos, los bancos lamentan la falta de demanda de estos.
El cuadernillo también alude a las infraestructuras, y recoge las demandas empresariales de mejorar las conexiones ferroviarias con Francia e incrementar el peso del Aeropuerto de El Prat para convertirlo en un verdadero 'hub' internacional, entre otras asignaturas pendientes.
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