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Un gol de Van der Vaart en el tiempo añadido da la victoria a los blancos

El 'Florendream' le echa casta y remonta en el último suspiro frente al Sevilla (3-2)

Fe, mucha fe. Casta, mucha casta. Y fútbol, mucho fútbol. El Madrid, fiel a su historia peleó a tope para remontar el 0-2 de un Sevilla que se rajó en el segundo tiempo y permitió al 'Florendream' aprovechar el pinchazo del Barça para robarle el liderato liguero. La Liga, por ahora, cambia de dueño.
El final es más feliz si se sufre antes. Y eso es lo que qconteció este sábado en el Bernabéu por un Madrid que se acuesta líder. Aunque la intención era no sufrir, la proyección en el campo y el fútbol un poco atropellado de inicio no acompañó, al menos durante los primeros minutos de partido a un 'Florendram' ya muy luchador.

El Sevilla, de hecho, se adelantó en el marcador en el minuto 10 gracias a un gol en propia puerta de Xabi Alonso, en lo poco destacable que ofreció el equipo visitante durante el partido.

El público era consciente de que la oportunidad no podía dejarse escapar, y mantuvo la tensión en el estadio en todo momento. Sin embargo, y a pesar de un Cristiano Ronaldo hipermotivado, Palop decidió con sus paradas que el resultado al descanso sería el de 0-1, que había levantado murmullos en la grada.

Volteo en el segundo tiempo

Pero si ese resultado había despertado viejos fantasmas que caminan sobre el mal de altura, el 0-2, obra de Dragutinovic, terminó de exhumar definitivamente todos los males del Madrid. Casillas se tragó la falta que sacó el serbio desde su casa, y ya sólo quedaba apelar a la épica.

Como siempre ocurre en estos casos, si a un equipo le apetece ganar, lo hace. Y además, con relativa facilidad. En tres arreones consecutivos, Cristiano puso el 1-2 en el marcador y Guti, que volvía tras su lesión, estrelló un disparo en el larguero. A la postre, el intento del canterano serviría para que Sergio Ramos cabeceara a las redes el 2-2.

El empate llevó el delirio a las gradas, que ya recordaba tiempos pretéritos en busca de la gloria. Dos nuevos palos, obra de Higuaín (que en esta ocasión no pudo echarse la remontada sobre los hombros), sumaron más dramatismo al encuentro. Pero al final, en el minuto 92, Van der Vaart empujaría in extremis un balón suelto dentro del área pequeña y aprovechaba el regalo del Barça en Almería.
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