Fuentes de Moncloa han confirmado a Diariocrítico que la periodista Nieves Goicoechea, que fue nombrada para el cargo el 14 de abril de 2008, inmediatamente después de las elecciones generales y en sustitución de Fernando Moraleda, ya anunció hace dos semanas al presidente Rodríguez Zapatero su intención de dimitir como secretaria de Estado de Comunicación. Alegó entonces -y confirma ahora- motivos "personales y familiares": está casada con otro periodista, tiene niños y el continuo estrés al que la somete el cargo y los viajes interrumpidos con Zapatero por la Presidencia de la UE y la precampaña que está llevando a cabo el también líder socialista la habrían llevado a adoptar esa decisión.
Zapatero, y desde luego Fernández de la Vega, de quien depende orgánicamente la Secretaría de Estado de Comunicación, lo habrían 'comprendido' desde el primer momento; tanto es así que inmediatamente se lanzaron a la búsqueda del sustituto, y quien mejor que el director del periódico mejor conectado con las tesis de Moncloa: Félix Monteira. La aceptación por éste de la oferta presidencial dejaba un vacío en el diario de Jaume Roures, que se ha llenado con el nombramiento del actual subdirector, Jesús Maraña.
El cese de Goicoechea y el nombramiento de Monteira deberá hacerse en Consejo de Ministros, y se espera que sea llevado al de este viernes. Aún así, Goicoechea seguirá en Moncloa al menos una semana más para realizar el 'traspaso de poderes' con su sucesor.
Un difícil departamento
Pese a lo razonable de la exposición de 'dimisión por motivos personales', lo cierto es que Goicoechea deja la Secretaría de Estado de Comunicación en un momento muy crítico: cuando la figura del Gobierno está por los suelos y la personal de Zapatero ha bajado a niveles históricos.
Dentro del Ejecutivo hay quien argumenta que el Gobierno no ha sabido vender los 'logros' de sus políticas; que en el campo comunicativo no ha estado a la altura de las circunstancias, o que algunos buenos proyectos o propósitos se han perdido, frente a la opinión pública, porque no han sido bien conocidos o bien explicados. Esas críticas, con razón o sin ella, alcanzan, lógicamente, al titular de una Secretaría de Estado como es la de Comunicación: es ahí donde se reciben todos los golpes o críticas internas, lo que aumenta, sin duda, el estrés del titular del cargo.
Monteira, de 'Prisa' al Gobierno
El sustituto de Nieves Goicoechea, el también periodista Félix Monteira, tiene un perfil de los que gustan a Zapatero: periodista conocido, afín a las tesis zapateristas -lo ha demostrado durante su gestión en Público-, proviene del Grupo Prisa, abundante experiencia de política interna e internacional y, sobre todo, excelente conocedor de la maquinaria de la Unión Europea. Es decir, un periodista con peso. Con él serán cuatro los secretarios de Estado de Comunicación que Zapatero ha tenido en seis años: Miguel Barroso, Fernando Moraleda, Nieves Goicoechea y ahora Monteira.
Monteira, también leonés, como Zapatero, fue nombrado director de Público en enero de 2009, pero antes de llegar a ese diario dirigió la edición de El País en Galicia, fue subdirector de El País y director de Cinco Días. Licenciado en Ciencias Políticas por la Universidad Complutense de Madrid, cursó estudios de Periodismo, Sociología y Economía e integró el equipo fundacional del diario El País.
Problemas con el periódico de Prisa (del que salió de mala manera) le llevaron a concentrarse en nuevos proyectos, momento en el que aceptó la oferta de Jaume Roures para hacer cargo de al experiencia de Público, sustituyendo a su primer director, Nacho Escolar. Este periódico ha sufrido, como el resto de la prensa, los efectos de la crisis, y Moreira se ha visto abocado a una reorganización interna con el despido de un grupo de periodista. Para sustituir a Monteira, Roures nombrará director de Público al hasta ahora subdirector, Jesús Maraña.
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