Tras el fiasco en la identificación de 'El Pistolas'

El tercer detenido de ETA es un 'viejo duro': Ayestarán Legorburu

- ¿Ha iniciado la banda una guerra interna entre pistoleros y pactistas?

Confirmado: el tercer detenido de ETA en la operación policial llevada a cabo este domingo pasado en Francia se trata de José Lorenzo Ayestarán Legorburu, alias 'Tximino', un terrorista de la 'vieja ETA'. Una vez descartado Gregorio Jiménez Morales 'El Pistolas', como se informó en un principio, se trata de un golpe tremendo a la estructura militar de la banda terrorista en el que han caído etarras con edad próxima a la jubilación pero que, al contrario que otros de sus compañeros -'Josu Ternera'-, apuestan aún por la violencia desatada.

Un hecho entrubió inicial y mínimamente este gran éxito policial en Cahan (Francia): la errónea identificación de Gregorio Jiménez Morales, 'El Pistolas'. El Ministerio del Interior se lanzó a confirmar identidades, pero la de 'El Pistolas' no era correcta. Según fuentes policiales, se trata de uno de los duros entre los duros de los más viejos de la banda: José Lorenzo Ayestarán Legorburu 'Tximino', alguien que parecer haberse abonado a la tesis de continuar con la lucha armada frente a los que, como 'Josu Ternera', preferirían un final pactado.

A 'Tximino' se le considera un eterra en 'edad de jubilación', y muy peligroso por ser uno de los 'viejos' que se han decidido a reforzar la línea violenta de ETA que preconizaban 'Txeroki' y 'Thierry' -este último fue negociador por parte de la banda en las conversaciones que el Gobierno de Zapatero mantuvo con ETA entre 2005 y 2007-.

'Tximino' tiene 52 años, ocho menos que 'Josu Ternera' y otros dirigentes etarras que parecen apostar por una salida pactada. Pero 'Tximino', natural de Lezo y deportado de Francia a Venezuela en abril de 1989 tras el fracaso de las conversaciones de Argel, parece un serio defensor del lenguaje de las pistolas que hiciera famoso a Mikel Garikoitz Aspiazu 'Txeroki'.

Pese a su deportación, o precisamente por eso, la policía le tuvo controlado en Venezuela, país donde inició con total tranquilidad diversos negocios. No obstante, su historial de presunto asesino le precedía: está acusado de los asesinatos de un inspector de Policía en Vitoria, en 1979; del jefe de Miñones de Álava; de dos guardias civiles en Salvatierra, en 1980; el de un armero en Guecho; el del delegado de Tabacalera en Vizcaya, en 1982; de un brigada de la Guardia Civil en Erandio y del propietario de un bar en Algorta. Y parece ser que participó también en el secuestro del empresario José Liperheide y en el ataque a una casa cuartel en la que resultó herida la niña Eva Ferreiro.

Por su edad, 'Tximino' pertenecía a la 'vieja ETA', aquella que no aprovechó la ley de amnistía de 1977 y que desde 1978 ejercía su actividad criminal en el 'Comando Axular'.

Apertura en la izquierda abertzale

Lo cierto es que la operación de Cahan ha supuesto un nuevo varapalo a la estructura militar de ETA… y por lo tanto para toda la organización. Ahora bien, ¿cómo se ha producido esta detención? ¿De dónde salió la información?

Fuentes policiales analizan al respecto lo que está ocurriendo en el seno de la propia ETA -enfrentamientos entre 'viejos' y 'nuevos' pistoleros- pero sobre todo en la izquierda abertzale. Tras el fracaso de las negociaciones entre el Gobierno de Zapatero y la banda terrorista entre 2005 y 2007, muchos del conglomerado de la ilegalizada Batasuna y sus satélites culpan a la banda de posiciones maximalistas imposibles e internamente apuestan por la vía democrática. Pero ninguno de ellos -no, desde luego, Arnaldo Otegi- se ha atrevido a dar el preceptivo puñetazo en la mesa y condenar abiertamente la violencia.

No obstante, el movimiento se ha iniciado, y lo ha hecho con un giro hacia posiciones democráticas, como demuestra el que el ratio de eficiencia policial haya aumentado un mil por cien. ¿Tanto aciertan nuestros agentes? ¿O más bien siguen confidencias más que fiables, a tenor de los resultados?