Los de Manolo Jiménez intentarán este sábado una victoria ante el último de la fila, el colista Málaga (sólo 6 puntos en las once jornadas transcurridas) para meter presión precisamente a Madrid y Barça, ya que el que pierda,verá como los andaluces se le echan casi encima. Y si empatan, los dos serán perjudicados.
Claro que no lo van a tener fácil, porque si bien es verdad que los sevillistas son muy superiores en potencial futbolísticao, y económico, también lo es que los duelos de máxima rivalidad regional siempre apuntan otros factores, exceso de tensión, sicología etc., que pueden influir y cambiar los pronósticos.
Pero, además del superpartido del Barça-Madrid del domingo, con el liderato en juego y tres puntos de valor igual a los del resto del año pero con mayor carga simbólica, que acapara la atención al máximo, seguido en este aspecto con el duelo del Sánchez Pizjuán, otros dos encuentros se adelantan a este sábado.
Más equilibrados que el Sevilla-Málaga se presentan el Sporting-Villarreal y Valencia-Mallorca. En el que se disputará en el Molinón, se enfrenta uno de los equipos revelación de la actual campaña, el Sporting de Manolo Preciado, -séptimo, con 17 puntos- con otro -12 puntos- que tras unos inicios que le situaron en el fondo de la tabla, cual correspondía a su apodeo del submarino amarillo, poco a poco va emergiendo de la mano de un incombustible Pirés.
También es una de las atractivas novedades ligueras el Mallorca de Manzano, cuyos equipos siempre juegan bien al fútbol -situado en la zona noble e incluso en puestos de UEFA con sus 20 puntos, pero más débiles como visitantes que como locales, donde lo han ganado todo.
De ahí que, dentro de equilibrio, el Valencia de Emery –24 puntos y que que también poco a poco va escalando posiciones hasta el lugar que por prestigio, historia y sobre todo por plantilla le corresponde- es ligeramente favorito para añadir tres puntos más y seguir muy arriba.
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