red.diariocritico.com

La oposición seria

Quizá es un mero deseo, pero vale la pena plantearlo. La oposición deseable, que debe ser seria y responsable, puede encontrar o no su unidad para el proceso electoral venidero, atendiendo 4 aspectos al parecer fundamentales:

1. Debe dejar actitudes de pesimismo recalcitrante, viendo solo desastres, huracanes que se ciernen, destrucciones anticipadas, imposibilidades dramáticas, clamando por la presencia del “divino líder”, del “maestro consumado”, del Mesías impoluto que los lleve a la tierra de gloria de una oposición irreal que no existe en el plano práctico. Debe también dejar de lado la desesperación o el exceso de confianza de quienes son solo influyentes barriales, “taxi partidos”, líderes locales, respetables pero de escaso apoyo electoral, que buscan casi exclusivamente mantener cierta vigencia política, postulantes a lo grande cuando su fuero interno sabe su tamaño real en solidez organizativa y capacidad de propuesta para atender las necesidades de nuestro pueblo.

2. Debe comprender a cabalidad –entender-, qué es lo que hoy ocurre en Bolivia. Es decir debe tener lucidez en la interpretación del origen del gobierno actual y su gran apoyo de masas, así como una interpretación adecuada de las posibilidades y limitaciones objetivas de la ideología y la política del etno nacionalismo indigenista y estatista que estamos viviendo ahora. No comprender adecuadamente esto banalizaría la interpretación que la oposición haría de la historia nacional y, lo que es mas grave, le paralizaría en su capacidad de propuesta.

3. Debe buscar salir de la mera oposición de resistencia –válida en determinados temas y circunstancias-, la mera crítica a los personajes del gobierno nacional, a sus acciones, a sus inacciones, a sus postulados o a sus limitaciones. En las actuales circunstancias políticas y el estado de ánimo de grandes masas populares -sobre todo urbanas-, el riesgo real de esto es fortalecer mas al oficialismo, el cual vive de la confrontación y utiliza la confrontación con enemigos reales e imaginarios para cohesionar permanentemente a su base social electoral.

4. Debe ser capaz de concertar y presentar ante el pueblo boliviano, una propuesta de programa que exprese la lucidez en su interpretación de la historia nacional, y que sea de verdad una lectura, una visión y una acción alternativa frente a la del oficialismo. Es decir, una oposición viable no puede creer ingenuamente que solo debe definirse por la mera crítica de lo que hace o no hace el oficialismo.

5. Finalmente, la oposición viable debe tener la grandeza de entender que su visibilidad y existencia como oposición real, debe plantearse en un sentido de izquierda democrática, que postule la inclusión y la justicia social y económica a través de un programa de verdaderas acciones de igual acceso al trabajo digno y las oportunidades económicas para los emprendimientos de todos los bolivianos, acorde con las ideas y realidades del siglo XXI, y que –desde luego- defienda y desarrolle la interculturalidad, la democracia y la paz.

Esta oposición responsable y seria, conducida por un líder reconocido por el pueblo como capaz, podrá ir unida o no, pero tendrá la capacidad de plantear ante la expectativa y esperanza de las bolivianas y bolivianos, la visión de un país hoy inexistente, proponiendo un país que sea para todos, una Bolivia productiva e igualitaria, democrática, armónicamente desarrollada y pacífica.

¿Te ha parecido interesante esta noticia?    Si (0)    No(0)

+
0 comentarios