Bárcenas, que asistió a la Ejecutiva del PP, recibe el apoyo de Rajoy

Mariano Rajoy recibió ayer, lunes, los resultados de la encuesta  del CIS como un balón de oxígeno en el momento más álgido  del 'caso Gürtel', cuando se espera de un momento a otro la petición de suplicatorio para Luis Bárcenas y Jesús Merino por parte del Supremo, se ha ramificado la trama a Castilla-León, y cuando se ha reavivado el caso de los espías en Madrid. Poco después de conocerse el sondeo, el PP anunció que Rajoy había convocado para este martes al Comité Ejecutivo de su partido a una reunión que ha sido la última antes de las vacaciones de verano y en la que se ha reafirmado en su estrategia de oposición con la mirada puesta ya en las próximas elecciones autonómicas y municipales de 2011.

    A la secretaria general del partido, María Dolores de Cospedal, le tocó aguantar el chaparrón de preguntas que sobre Luis Bárcenas, Jesús Merino y la ‘trama Gürtel’ en general le dirigieron los medios de comunicación. Pero De Cospedal se enrocó en un discurso triunfal sobre los buenos resultados que las encuestas le dan al PP. Pregunta tras pregunta, De Cospedal sólo confirmaba que Bárcenas había asistido a la reunión de la ejecutiva popular como “miembro de pleno derecho”, que había que concederle la “presunción de inocencia” y que todavía no se había recibido el suplicatorio en el Senado. Es decir, que no había sido pedido –aún- por el Tribunal Supremo. En definitiva, que había que dejar actuar a la Justicia.

     Pero De Cospedal pasó luego a la ofensiva, criticando duramente las filtraciones del sumario de la ‘Gürtel’ a determinado medio de comunicación ‘amigo’ del Gobierno, y denunciando, una vez más, que el asunto “puede estar manejado por los responsables políticos del Ministerio del Interior”: “Es infame que los responsables políticos del Ministerio del Interior se estén parapetando en la policía”, llegó a decir con toda claridad la secretaria general del PP.

    De Cospedal seguía así las recomendaciones de Rajoy en el Comité Ejecutivo, en el que el presidente del PP dijo sin ambages que sabía lo que estaba haciendo, que en el ‘caso Gürtel’ estaba actuando con “prudencia y sensatez”, que, en todo caso, el partido debía cerrarse en afirmar la presunción de inocencia de los presuntos implicados, incluido desde luego Bárcenas que este mismo martes enviaba una carta a El País desmintiendo las informaciones publicadas, y que todo esto respondía a una maniobra del Gobierno y del partido que lo sustenta en un afán de frenar la pérdida de apoyo popular y electoral. 

A la cabeza: contra Zapatero

Y, así, pasando página sobre Bárcenas y la ‘Gürtel’, De Cospedal tiró directamente a la cabeza del Gobierno: acusó a Zapatero de no decir la verdad sobre su reunión con los agentes sociales y especialmente sobre la propuesta de la CEOE: “Los papeles dicen lo que dicen, no lo que dice Zapatero que dicen”, en referencia a la (no) inclusión del despido libre en la propuesta realizada por Gerardo Díaz Ferrán en nombre de los empresarios.

En ese orden de cosas acusó a Zapatero de ser el auténtico dinamitero del diálogo social y luego, debido al berrinche de no haber podido hacerse una foto cuando la quería y la necesitaba, de mantener una “reacción sectaria y autoritaria” y de tomar a la CEOE como “chivo expiatorio”.

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