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Qué pasa con la sentencia del Estatut

   Una información que hoy proporciona en El Mundo la periodista Victoria Prego relata que se ha vuelto a romper el consenso en el seno del tribunal Constitucional, cuyos diez miembros han venido deliberando en los últimos tres años acerca de la sentencia que se merece el Estatuto de Autonomía de Cataluña, tras la reforma acometida por el Parlamento catalán y refrendada por los catalanes en referéndum. Según los datos de esta crónica, la presidenta del TC, María Emilia Casas, ha hecho saber a sus colaboradores del TC que no hay ninguna prisa para elaborar un nuevo proyecto de sentencia que logre el suficiente apoyo de los magistrados.

   Esto ha sucedido después de que se hubiera procedido a la tercera revisión del texto de la sentencia y cuando al menos dos de los jueces que habían aceptado inicialmente poner su firma en la sentencia se han negado a respaldarla. Se asegura que, después de haber quedado declarados inconstitucionales algunos pocos preceptos, quedaban a salvo en los fundamentos básicos de la sentencia las competencias del Estado. Al no haberse logrado una mínima mayoría entre los magistrados, la presidenta se ve en la necesidad de volver a revisar el texto completo de su propia decisión.

   Según el relato de hechos que comentamos, la ponente de la sentencia, la magistrada Elisa Pérez Vega, habría recortado sustancialmente los fundamentos jurídicos inicialmente elaborados, dejando el texto final desprovisto de la exigible solidez jurídica. Y en tales condiciones, desaparecieron los consensos que habían venido produciéndose a la hora de elaborar el texto, y se hace imprescindible empezar de nuevo los trabajos de redacción.

   En esos fundamentos jurídicos eliminados que originarían las disensiones actuales se venía a interpretar que algunos de los preceptos del texto "no dicen en el fondo lo que de verdad dicen", y se dejaba sin sentido la letra de otros de tales preceptos del texto original. Pero al eliminar casi un centenar de páginas de esos fundamentos que hacen de la sentencia una    la sentencia final aparece como inaceptable para unos cuantos magistrados. De ahí que todo el consenso elaborado en los últimos meses, y hasta casi tres años, para hacer digerible, constitucionalmente, el texto estatutario, se haya venido abajo.

   La tercera votación del texto ni siquiera ha llegado a tener lugar, y la presidenta del TC se ve en la incómoda necesidad de reiniciar los trabajos, sin que se descarte incluso la designación de un nuevo ponente en sustitución de la magistrada Pérez Vega. Algunos magistrados tratarían, sin embargo, de salvar el texto elaborando algunas nuevas notas sobre los puntos más conflictivos del texto.

    Todo lo cual, y en todo caso, permite suponer que, contrariamente a lo que se había afirmado en las últimas semanas, no será posible contar con la muy esperada sentencia antes de las vacaciones estivales... de este año.

   Sus señorías los magistrados deberán revisar lo que creen que es sostenible del texto y lo que deben reformar y añadir, para hacerlo jurídicamente defendible y para que consiga el imprescindible consenso entre los diez magistrados dedicados a esta tarea. Se cree probable que deban regresar al segundo borrador para, desde él, terminar de elaborar la sentencia definitiva, tan largamente esperada...
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