El Pontífice, que está pasando un periodo de vacaciones, podría ser sometido a una pequeña intervención quirúrgica para reducir la fractura, según explicaron fuentes del Hospital de Aosta, donde se halla ingresado desde este viernes.
El director de la sala de prensa del Vaticano, Federico Lombardi, aclaró que el Pontífice sólo sufrió un resbalón y que no se trata de nada grave, lo que se demuestra con el hecho de que esta mañana, celebró la misa y desayunó, tal y como suele hacer cada día.
Fuentes vaticanas puntualizaron, por tanto, que la caída no había sido consecuencia de ningún desmayo o pérdida de conciencia. Aun con todo, inmediatamente después de la caída, su cardiólogo y reanimador personales le sometieron a una revisión general.
Después de desayunar, el Papa se trasladó en coche al hospital de Aosta, donde llegó hacia las 9:45 horas de esta mañana. En medio de fuertes medidas de seguridad, el Pontífice atravesó a pie el pasillo principal y, seguidamente, fue atendido por los médicos.
Éstos le sometieron a un chequeo completo y le realizaron una radiografía en la muñeca derecha. Es posible que el Pontífice tenga que ser sometido a una pequeña operación para reducir la fractura. Después tendrá que llevar la muñeca enyesada durante algunas semanas.
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