El 'sudoku' no se ha resuelto correctamente. Al menos, hasta ahora. Según las cuentas de cada Comunidad, la cifra límite de once mil millones de euros para dotar de financiación suplementaria a las autonomías quedaría superada tan ampliamente que hay que pensar:
-O que nos engañan, pura y simplemente. Bien todos ellos a nosotros, bien a las autonomías desde el Gobierno central.
-O, peor aún, que aquí nadie ha hecho las cuentas correctamente.
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-O, aún peor, que sí hay cuentas disparatadas y voluntad de engaño, pero que todos se encogen de hombros y al grito de ‘toma el dinero y corre’, adoptan la actitud de los monos sabios: ojos, bocas y oídos cerrados, pero mano presta para el ‘regalo’.
Resultan curiosos los argumentos de algunos consejeros representantes de autonomías controladas por el PP, presentes en la reunión del Consejo Económico y Fiscal ayer, para justificar la abstención, en lugar del rechazo, al plan propuesto por el Gobierno:
“Estoy por el ‘no’, pero me abstengo siguiendo las órdenes de mi partido”, decía el madrileño;
“no me disgusta el ‘sí’, aunque yo estoy en contra”, argumentaba -es un decir- el canario, militante del PP, para argumentar su voto afirmativo, aun contrariando las instrucciones de su partido.
En fin, toda una lección de moral. La del Gobierno, resistiéndose como gato panza arriba a explicar lo inexplicable, y la de la oposición, prefiriendo el gorrión de unos cientos de millones de euros en mano que el águila de la coherencia política volando. Hay que ser prácticos, sí señor.
Este periódico ha recorrido lo que los portavoces de cada autonomía han dicho a sus respectivos medios de comunicación referente a cuánto les toca en el ‘sudoku’, y vean ustedes lo que sale.
Mientras, silencio oficial gubernamental en torno a las dos gran preguntas:
-¿Cuánto es, en realidad, lo que le toca a cada Comunidad Autónoma?
-¿De dónde sale el dinero: del déficit, de un mayor endeudamiento, de una previsiblemente mayor recaudación impositiva...?
No es mucho pedir que, ya que somos los ciudadanos los que pagamos, nos ofrezcan explicaciones, datos concretos, cifras que podamos entender (y sean creíbles, al menos). Y que los partidos se atengan a lo que predican: si esta financiación es mala, como dice
Rajoy, el PP tendría que haber votado en contra. Pero, claro, fuera del ¿Boletín Oficial del Estado’ hace mucho frío, y eso
Zapatero lo sabe muy bien. ¿Tendremos que esperar a la famosa rueda de prensa de fin de curso del presidente, el próximo día 31, para exigir esas explicaciones, esos datos? Para entonces, seguro que ya la veleta de la opinión pública habrá olvidado este nuevo desplante a la ciudadanía, básicamente porque algún otro ‘affaire’ lo habrá sustituido. Y luego, todos de vacaciones.
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