La vida útil

La decisión de Zapatero de cerrar la central de Garoña en fecha posterior a unas elecciones cuyo resultado no conoce es la convergencia de mentira y despilfarro más notable de su gestión. Cierra pero no cierra, siembra inseguridad social y económica y pretende complacer a los antinucleares porque cerrará dentro de cuatro años y a los nucleares porque no va a cerrar dentro de dos. Ha sustituido el “garoñazo” por un “garoplazo” a su medida del tiempo que según él “nada ni nadie” podrá torcer, ni la ciencia, ni la economía ni el ambientalismo.

Lo más cínico es la anunciada manipulación legal del concepto de vida útil con que pretende cumplir un compromiso programático que no es como él lo interpreta. El programa sobre “sostenibilidad ambiental y energía” de su partido propone ir “cerrando las centrales nucleares de forma ordenada en el tiempo al final de su vida útil”. El Consejo de Seguridad Nuclear ha cifrado técnicamente este final de vida útil en diez años. Pero la decisión no es ni los diez años ni la inmediata negativa a la concesión de la prórroga aconsejada por los técnicos sino que, según la Vicepresidenta Fernández de la Vega, es el fruto de un impulso político “irreversible”. Dicha irreversibilidad no tiene otra garantía que la prolongación del actual gobierno o la estabilidad de sus actuales componendas legislativas con la extrema izquierda. Lo único que no se ha valorado son los beneficios de aprovechar la auténtica vida útil de la central ni los perjuicios que provocará su cierre.

No es  extraña esta forma de interpretar cuál es la vida útil de las industrias o de las personas en la era Zapatero, quien considera que la vida inútil de teóricos como Chaves, Aído o Pajín es más utilizable que las de Felipe González, Almunia o Solana, por ejemplo. Aquí solo es útil quien sirve para que Zapatero destaque entre enanos como única opción posible de su socialismo aunque éste sea inútil para afrontar los problemas de la crisis económica que vivimos, En cierta  medida este falso concepto de utilidad también ha contagiado a algunas zonas de la oposición poco preocupadas o desdeñosas con la vida útil de Aznar, Rato o Pizarro, por ejemplo mientras se complace en prolongar la vida ya inútil de personas cuya idoneidad para el desempeño de ciertos cargos resulta más que dudosa.