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Ministros y expertos de todo el mundo sobre la gripe A reconocieron hoy en México que aún hay grandes interrogantes sobre la pandemia, especialmente en relación al acceso de los países menos desarrollados a la futura vacuna.
"Todavía hay muchas más incertidumbres que certezas en la evolución de este virus, en su comportamiento y en la potencialidad de mutar, cambiar y combinarse", explicó en la clausura de la reunión de alto nivel sobre la pandemia la argentina Mirta Roses, directora de la Organización Panamericana de Salud (OPS).
En los trabajos de estos dos días en Cancún (Caribe mexicano), 960 expertos han abordado cómo comunicar los riesgos del virus sin ser alarmistas, cómo mejorar los sistemas de alerta temprana y, la cuestión fundamental para muchos, qué va a pasar con la futura vacuna en la que trabajan varias farmacéuticas.
Para la titular de la OPS, es esencial en estos momentos reducir cualquier reacción basada en el temor, que "genera egoísmo y aislamiento", así como abordar asuntos relacionados con un acceso equitativo a las vacunas.
Según Roses, la cuestión clave sigue siendo anteponer a cualquier consideración la salud de la población, actuar con solidaridad y equidad y que la gente tenga confianza en sus autoridades y estas, a su vez, actúen con transparencia.
"No podemos bajar la guardia, pero además tenemos que tener una gran dosis de humildad para lidiar con este virus y reconocer que todavía nos puede llenar de sorpresas", advirtió la alta funcionaria argentina.
En rueda de prensa, el director adjunto de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Keiji Fukuda, se refirió en concreto al reto de hacer accesibles unas vacunas, que se espera que estén disponibles hacia fines de este año.
"En términos absolutos, la capacidad de producción de vacunas en el mundo es relativamente limitada y no podemos al instante hacer suficientes para todos", reconoció.
Subrayó que todavía se desconoce cómo se va a tratar de hacerlas accesibles a los países con menos recursos, bien a través de donaciones del sector privado o con el apoyo de las naciones desarrolladas.
Otros interrogantes que existen por falta de evidencia científica son cómo se expandirá el virus AH1N1, cómo serán las dosis y cuántas habrá que aplicar y producir por paciente, añadió Fukuda.
Precisamente, anunció que la semana próxima la directora de la OMS, Margaret Chan, y el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, se reunirán en Ginebra (Suiza) con el Consejo Económico y Social de las Naciones Unidas (ECOSOC) para discutir sobre "cómo conseguir fondos" contra la gripe A.
La pandemia afecta ya a casi 90.000 personas repartidas por 121 países y ha costado la vida a 382 personas, la mayoría de ellas en América, según cifras de hoy de la OMS, pero Fukuda advirtió que esos datos son "muy conservadores".
Para el secretario de Salud del país anfitrión de la reunión, José Ángel Córdova Villalobos, el encuentro fue un éxito porque acercó a expertos y funcionarios de todo el mundo y les permitió compartir experiencias.
El ministro alertó de que es necesario a partir de ahora "focalizar las acciones en grupos vulnerables, sobre todo en mujeres embarazadas, escuelas y centros turísticos", y seguir atentos a la evolución del la epidemia en el hemisferio sur antes de posibles nuevos brotes en el norte durante el próximo período invernal.
Córdova reiteró que los antivirales y las vacunas pueden ser muy efectivos, pero sólo si son utilizados de modo racional.
A futuro, indicó que es necesario trabajar más en "la distribución equitativa" de la vacuna", en "la identificación de grupos vulnerables" y en "transferir la tecnología" a países de escasos recursos, "una acción de solidaridad que debe de prevalecer sobre todos los intereses económicos o lucrativos".
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