Una verdulería, y cada vez más. La última sesión de control al Gobierno antes de las elecciones europeas del 7 de junio ha estado más calentita que de costumbre. La tensión se inició con el nacionalista vasco
Josu Erkoreka que, en buen tono pero muy duro en el fondo, criticó a
Rodríguez Zapatero que el Gobierno que preside incumpla sus propios compromisos sobre el código de buen Gobierno.
Erkoreka exigió a Zapatero que el Ejecutivo cumpla con las resoluciones aprobadas como consecuencia del debate sobre el estado de la Nación y conteste a las preguntas que la oposición realiza para controlar el patrimonio de los altos cargos y su cumplimiento real de la ley de incompatibilidades.
“Su Gobierno está fallando” y
“se regocija en la opacidad”, le dijo Erkoreka a Zapatero en un momento en el que el vicepresidente tercero del Ejecutivo,
Manuel Chaves, está en el punto de mira por las subvenciones concedidas a al empresa en la que su hija es apoderada.
“El Gobierno procurará dar toda la información posible”, le respondió Zapatero.
Rajoy ataca con el ‘Falcon’ presidencial
Pero el rifirrafe Erkoreka-Zapatero era sólo el aperitivo, porque
Mariano Rajoy entró a saco con la (falta de) ética del Gobierno socialista:
“Usted hace anuncios como el código del buen Gobierno y luego utiliza un Falcon de las Fuerzas Armadas para irse de mitin”. Bronca espectacular desde el Grupo Socialista, que impidió seguir escuchando lo que decía el líder de la oposición.
Rajoy le conminó a cumpla el código del buen Gobierno y a que cumpla también sus compromisos legislativos anunciados durante el debate de investidura, en 2008:
“Usted no ha cumplido nada y por eso en esta Cámara hay tan poco trabajo. Mañana, por ejemplo, no hay pleno porque usted no presenta proyectos de ley”. “Anuncios hay muchos, pero decisiones [de Gobierno] hay pocas”, finalizó Rajoy.
Zapatero se defendió como pudo, atacando la falta de ayuda de la oposición:
“Mantiene sus compromisos”, le dijo, pero a lo largo de la legislatura, de la que aún quedan tres años, y
“estamos esperando su participación, su concurso para buscar acuerdos importantes”, como en Justicia, en Sanidad o en Educación. Y añadió, en respuesta al uso de un ‘Falcon’ para ir a mitinear a Sevilla que
“este Gobierno cumple con buen criterio el código del buen gobierno” y que no hablaba del uso del ‘Falcon’ por “respeto a los ex presidentes”, en referencia a
José María Aznar, pero sin dar más detalles.
De la Vega y Soraya, guerra de ‘trapitos’
Finalmente, la tensión acumuló muchos grados con el enfrentamiento -ya habitual- entre la portavoz popular,
Soraya Sáenz de Santamaría, y la vicepresidenta primera,
María Teresa Fernández de la Vega. Soraya le afeó su conducta de utilizar ella también un ‘Falcon’ para ir a Valencia en visita privada, y terminó con un
“pregúntele al señor Chaves por la familia [por su hija, cuya empresa en la que trabaja como apoderada ha sido subvencionada por la Junta de Andalucía con 10 millones de euros]”.
Espoleada por la popular, De la Vega se arrancó por chistes: “
Los ciudadanos no quieren sus ‘Correas’ [por el supuesto corrupto de la trama Gürtel] por ‘Bigotes’ [el otro supuesto corrupto en Valencia]”, añadiendo que los populares se hacen ‘trajecitos’ con recursos públicos:
“Hacerse trajes a costa de otros es política y moralmente intolerable y usted lo va a pagar”.
Si (
No(
