Probablemente, el salón de Actos de la Mutua Madrileña no se ha visto en otra igual: la sala, amplia, para más de 200 personas cómodamente sentadas y para muchas más de pie, se abarrotó de tal manera que literalmente no cabía ni un alfiler. Tal ha sido el grado de capacidad de convocatoria de los periodistas
Fernando Jáuregui –director de diariocritico.com- y de
Pilar Cernuda para la presentación conjunta de sus respectivos libros
'La decepción' y
'Contra el talante'.
Políticos y periodistas, abogados y arquitectos, economistas, lo más variado del ‘todo Madrid’ se dio cita este jueves en la presentación de ambas obras. Desde la magistrada del Supremo
Margarita Robles al portavoz del Consejo General del Poder Judicial,
Enrique López, pasando por la plana mayor del PP, con
Ángel Acebes, Ana Pastor y
Soraya Sáenz de Santamaría a la cabeza, hasta
José María Michavila,
Pedro Núñez Morgades o la presidenta de la Asamblea de Madrid,
Elvira Rodríguez.
Y desde luego, la
crème de la crème de la profesión periodista:
Rosa Villacastín, Javier Fernández Arribas, José Miguel Aspiroz, Javier González Ferrari, Curri Valenzuela, Diego Armario, Antonio Casado, Fernando Ónega, Márquez Reviriego, Constantino Mediavilla… y numerosos jefes de prensa, como
Jesús Serrano, Rosario Rodríguez, Carlos Berbell, Yolanda Rodríguez, Dácil Marín, Marilar de Andréz, Iñigo Corral o Daniel Bardavío. Y muchos, muchos
Dircom. Y pocos, apenas algún socialista.
El acto debería haber sido copresentado por el alcalde de Madrid,
Alberto Ruiz-Gallardón, y el ex ministro de Defensa socialista,
José Bono. Pero el primero se
‘descolgó’ después de que su jefe de filas,
Mariano Rajoy, le negara su
‘gran sueño’: tener un escaño en el Congreso de los Diputados. Cernuda buscó rápidamente un sustituto, el número 1 en las listas del PP por Valencia,
Esteban González Pons, cuya intervención tuvo el suficiente ingenio y la suficiente malicia de la ironía sutil como para contrarrestar la de su oponente –en la presentación y en la política- José Bono.
Muchas frases para titulares; al fin y al cabo, de eso se trataba:
“Buenas tardes, soy el suplente que ha elegido Pilar” –excelente salida la de González Pons para justificar que en las tarjetas de invitación aún figurara el nombre de Gallardón-;
“Rajoy es Rajoy y ZP, una marca publicitaria” –buen ataque al adversario Bono-;
“Es el libro [“Contra el talante”, de Cernuda]
que a Zapatero nunca le hubiera gustado ver publicado”;
“España necesita un Gobierno con más madera y menos humo” –ingenioso-;
“Zapatero hace ahora un relevo generacional a la inversa” –es decir,
‘tira’ de los
‘viejos valores’, como
Solbes,
De la Vega y
Rubalcaba, mientras sus
‘nuevos valores’ desaparecen en campaña-;
“Los del PP hemos vuelto, estamos aquí… y, además, vamos a ganar” -¡Ah!, pero, ¿se habían ido?-, y la frase final de González Pons:
“Pilar te quiero”, que fue seguida con un
“y yo te quiero más”, de Cernuda. Toda una declaración, sin duda, y una confesión de González Pons sobre las ‘fuentes’ de las que ha bebido la periodista para escribir su libro:
“Aquí contamos los del PP cómo fuimos capaces de salir del bache”. Toda una declaración también, también sin duda.
Del moderador,
Luis del Olmo, destacar su amistad por ambos autores, el reconocimiento de la independencia de ambos, y el anuncio de que se quiere llevar a Pilar Cernuda a
Punto Radio.
Del otro presentador, José Bono, se esperaba la
fina-ácida-ironía que le caracteriza, y no defraudó a la audiencia. Allí estaban, en realidad, no las ‘dos Españas’ típico-tópicas, sino dos formas no demasiado diferentes de ver un mismo lugar común. Pero Bono tiene esa ‘sutileza’ del abrazo del oso con la que te lo dice todo pareciendo que te está llamando
amigo. Así se entiende la ‘maldad’ que le dirigió a Pons, recordándole que en Castilla-La Mancha él en persona derrotó a seis oponentes distintos en seis distintas elecciones:
“Conocí gente”, e hizo
“amigos”... derrotados. Vamos, que es un
Don Quijote a la inversa. O recomendándole a Ruiz-Gallardón –o a otros, sin citar a ninguno, claro- que si no pueden ser diputados por Madrid, que lo hagan por Castilla-La Mancha,
“que es buena tierra cunera”. Ya saben,
tierra cunera es donde aterrizan los
paracaidistas electorales que quieren un escaño
como sea. Malvado, sí, pero ingenioso.
Y, bueno, las frases:
“Aquí estamos los que estamos, porque no estamos todos” -¿Ruiz-Gallardón? ¿Dirigentes socialistas ausentes?, sólo Bono lo sabe-;
“Yo puedo estar aquí y puedo estar en las candidaturas de mi partido” -¿sobre Ruiz-Gallardón, que ni estaba allí ni en las candidaturas de su partido?-;
“hemos estado cuatro años de bronca permanente, no de crispación, que suena muy cursi”…
Sobre los autores, grandes elogios, totalmente merecidos. Los de González Pons a Cernuda fueron entrañables; los de Bono a Jáuregui, de reconocimiento y alabanza –
“dice lo que piensa sin el uniforme del sectarismo”,
“íntegro y honesto”,
“periodista de los no adscritos”- a cierta reconversión por el tono de su libro, que, al parecer, no ha gustado en ciertos ámbitos socialistas:
“No puedo decirles que estoy de acuerdo ni en todos ni en la mayoría de los pronósticos que hace [en su libro, “La decepción”]
… hay una distancia sideral entre el autor y el presidente del Gobierno”.
Cierto. Así lo reconoció Jáuregui, cerrando el acto:
“Este libro no ha gustado al presidente del Gobierno: alguien ya me ha transmitido el mensaje”.
Si (
No(
