Los rusos, que estuvieron por debajo en el marcador durante buena parte del encuentro, se adelantaron a seis minutos y medio del final (61-62) merced a un parcial de 0-11. La gran actuación de Siskauskas (29 puntos) condenó a un Barça que no aguantó la presión en los instantes finales a pesar del excelente partido de David Andersen (24 puntos).
Un lanzamiento triple de Navarro devolvió las esperanzas en el último minuto (74-76), pero el CSKA contestó con rapidez para zanjar un partido que le devuelve la oportunidad de renovar su título continental y que permitirá a Ettore Messina disputar su cuarta final consecutiva.