Reunión con el Grupo Parlamentario Socialista

· Los nuevos nombramientos de ZP: | Laiglesia, por Trinidad Jiménez | Magdalena Álvarez, a Europa | Tweet

- Reforma de la ley del Aborto	- Ley de Libertad Religiosa
- Ley de Igualdad de trato y no Discriminación	- Ley de Ciencia
- Planta y Demarcación Judicial	- Revisión de la ley de financiación local
- Ley Audiovisual: reducción drástica de la publicidad en RTVE

Zapatero ha anunciado la remisión al Congreso de hasta siete leyes importantes –entre ellas, la del aborto, la de libertad religiosa y la audiovisual, con una drástica reducción en la publicidad de RTVE- contenidas en el programa socialista pero que no habían sido elaboradas por el Gobierno durante todo un año. Zapatero ha reunido a sus parlamentarios para explicarles el alcance de la crisis de Gobierno y sus prioridades para el resto de la legislatura, pero no ha revelado grandes secretos más allá de sus buenas intenciones de diálogo y consenso con los que “quieran arrimar el hombro”. No ha asistido el secretario general saliente del Grupo Socialista, Ramón Jáuregui, nominado como número dos para Europa. Su sustituto, Eduardo Madina, ha recibido una cerrada ovación.

         Ante sus diputados y senadores en sesión conjunta, Rodríguez Zapatero ha hablado de la “indignidad” y “cobardía” de ETA, de su apoyo a Patxi López como lehendakari vasco -un “acto de coherencia con la convivencia democrática” y para conseguir “el fin de la violencia y el dominio pleno de la libertad”- y de la sustitución de Ramón Jáuregui -“uno de los mejores dirigentes que tiene el Partido Socialista”- al frente de la Secretaría General del Grupo Socialista en el Congreso por el “compañero excepcional” Eduardo Madina. Cerrada ovación que vaticinaba que la reunión iba a discurrir por un camino de vino y de rosas, como así ha sido.

         No obstante, la ausencia en esta reunión de Ramón Jáuregui -que será nombrado candidato número 2 para Europa, detrás de López Aguilar- ha disparado todo tipo de rumores sobre cómo se ha llevado el proceso de su sustitución. Jáuregui era esperado por todos los medios de comunicación. Acaso por ello optó por no acudir a la reunión, aunque su ausencia -no explicada- ha levantado la rumorología sobre la forma de hacer las cosas de Zapatero. Pero, ¿por qué ese cambio? ¿Por qué Madina? “Tiene tan solo 33 años”. Puede ser una respuesta.

         Y una curiosidad: Zapatero habló de Euskadi, de lo bien que vendrá para España y el País Vasco un Gobierno no nacionalista, pero ‘olvidó’ en su discurso hacer una sola mención sobre Galicia, la cual votaba este martes al popular Alberto Núñez Feijóo como nuevo presidente de la Xunta, en sustitución del socialista Emilio Pérez Touriño.


Leyes para el enfrentamiento político

         En conjunto, lo que Zapatero ha hecho ante sus parlamentarios nacionales es anunciar una ‘ofensiva política’ para abordar esta “segunda fase de combate” de su Gobierno, pero será una ofensiva en la que, sin duda, van a chirriar determinados engranajes en las relaciones Estado-Iglesia y en las relaciones con determinados fuerzas políticas y sociales. Hasta siete leyes ha dicho Zapatero que va a remitir al Parlamento: ley del Aborto -se supone que en la fase ya anunciada por la ministra de Igualdad y a la que se opone la Iglesia y una parte de la sociedad-, la de Libertad Religiosa –chirriarán aún más las relaciones con el Vaticano-, ley Audiovisual -con una cesión inédita a la presión de los operadores privados: reducción drástica de la publicidad en RTVE-, la ley de Igualdad de trato y no Discriminación, la de Ciencia, la de Planta y Demarcación Judicial y una nueva revisión de la ley de financiación local.



         Esas leyes, según ha asegurado el presidente a sus diputados y senadores, irán acompañadas de medidas específicas y consensuadas, como el tan prometido y nunca alcanzado acuerdo de financiación autonómica –Zapatero habla ahora de ‘semanas’-, un gran acuerdo social por la educación, nuevas medidas para estimular “a los creadores y a la cultura” -es decir, más rigor en el canon digital y cosas similares para pagar a actores y demás etcéteras-, un nuevo plan de vivienda y nuevas reformas anunciadas pero no explicitadas “a favor de los derechos de la ciudadanía”.

         “Ésta es la tarea y para culminarla con éxito vuestro trabajo es fundamental”, le ha dicho a los suyos, a lo que ha añadido que “la coherencia de nuestro proyecto está a prueba de críticas y de debates con la derecha de este país”. Es decir, que se confirma la tesis de que Zapatero ha optado para esta segunda parte de la legislatura pasar a la ofensiva política para paliar lo que se supone que podría ser un desastre electoral en las elecciones europeas del 7 de junio.


Solbes, el ‘tapón’ económico del Gobierno

         En la primera parte de su larga intervención, y en el capítulo del inicio de la “segunda fase de combate contra la crisis económica”, Zapatero aludió a su cambio de Gobierno, ofreciendo, acaso sin querer, algunas claves importantes: “Si la situación [económica] es de emergencia, los ritmos tienen que serlo también”, dijo Zapatero a sus parlamentarios, añadiendo que ha pedido al nuevo equipo que todo en su conjunto, incluidos los ministerios no económicos, que se pongan a desarrollar las actuaciones aprobadas y contenidas muchas de ellas en el Plan-E. De ahí se deduce, quisiera decirlo Zapatero o no, que Solbes era el gran ‘tapón’ que dificultaba la puesta en marcha de los planes zapateristas anticrisis.

         En cualquier caso, Zapatero ha reconocido la gravedad de la crisis económica y que él y su Gobierno no vislumbraron hace un año lo que había de sobrevenir, pero se mostró nuevamente optimista sobre el futuro de España en el futuro próximo. Sobre todo, porque en el primer semestre de 2010 España presidirá la Unión Europea: “Europa se aprovecha de las Presidencias potentes y la de España lo será”, anunció un Zapatero incontenible en lo modesto.

         En este punto detalló sus objetivos para los próximos meses: garantizar el sistema financiero, los depósitos bancarios y restablecer la confianza inversora; mantener las políticas sociales -“lo último de lo que hay que prescindir”-; inyectar los recursos necesarios para activar la economía y frenar la destrucción de empleo -33.000 millones de euros para 2009- y, en definitiva, entrar en una segunda fase de lucha contra la crisis con las medidas adoptadas por la cumbre del G-20 en Londres: creación de empleo, fortalecer las entidades financieras nacionales e internacionales, evitar el proteccionismo, recuperación comercial con un comercio justo y crecimiento sostenible en un marco medioambiental.

         Entre los planes de Zapatero para los próximos meses figura como prioridad la recuperación del crédito a empresas y familias, demandando para ello la colaboración de la banca, y concertación social, territorial y política “con todas las fuerzas que estén dispuestas a arrimar el hombro”.

         Pero no explicó cómo lo hará.

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