red.diariocritico.com

El 'cerebro' electrónico de la EMT

Madrid es una ciudad que no descansa jamás. Uno de los pocos organismos que soporta tal volumen de actividad es la EMT. Para ello, hasta 50 ojos controlan desde el Servicio de Ayuda a la Explotación la actividad de los 2.050 autobuses que conforman la flota municipal, a todas horas y todos los días del año.
Este sistema es el 'cerebro' electrónico de la EMT. Se creó en 2001 y atiende los movimientos de los autobuses contemplando incidencias horarias, de tráfico, accidentes, etcétera. 79 inspectores -que se ampliarán a 94 en breve- coordinan en varios turnos desde los 25 puestos con los que cuenta el servicio todo lo que pasa en los autobuses. Cada uno supervisa 80 coches que están en la calle mediante sistemas informáticos. Gracias a este instrumento, el revisor tiene acceso casi matemático a lo que acontece en el vehículo. Controla y actualiza la posición de los autobuses cada 30 segundos por GPS y odómetro, y permite mantener contacto constante con los conductores a través de la computadora de la cabina. También tienen conexión visual con los autobuses gracias a una conexión especial con el centro de pantallas de tráfico del Ayuntamiento de Madrid.

El SAE es, por tanto, el engranaje director que permite actuar a tiempo real en lo que les ocurre a los autobuses en la calle. Saben en qué punto del callejero está cada vehículo y pueden aplicar desvíos predefinidos o improvisados casi al minuto en caso de averías, manifestaciones, accidentes, domingos de apertura de centros comerciales, etcétera.

Coordinación con Metro
También trabajan en coordinación con la Policía, el Samur-Protección Civil, los Bomberos, la DGT, el Servicio de Atención Móvil y el departamento de Tráfico municipal ante cualquier incidencia. La colaboración es especialmente importante con Metro de Madrid. Organizan los autobuses lanzadera cuando hay reformas en el suburbano y potencian los servicios cuando hay cualquier problema bajo tierra. Por desgracia, el sistema no es infalible, ya que en lugares sin cobertura o zonas que son objeto de inhibidores de frecuencia, se pierde a veces la comunicación con los autobuses.

Mediante códigos de colores, los inspectores conocen y regulan la situación (disponible, retrasado, adelantado, en retirada, accidente) y frecuencia de los vehículos, tienen fichas actualizadas con toda la información del coche (conductor, viaje, servicio), así como estudios de cada línea y sus puntos conflictivos.

También se coordinan desde aquí los 48 paneles informativos (que se pretenden ampliar a 200) que avisan a los viajeros en las paradas y los teléfonos móviles, del tiempo de espera. Según Alfonso Cruza, inspector jefe de sala, "se trata de ir un paso por delante gracias a la tecnología. Así podemos controlar el servicio de manera más conveniente a las necesidades de la ciudad y solucionar los problemas en el momento en que se producen".

Rotaciones
Por las noches trabajan cuatro inspectores y en fin de semana este servicio se amplía a cinco personas. Cada supervisor puede trabajar un máximo de hora media de forma continuada porque la coordinación supone un enorme desgaste, al igual que ocurre con los controladores aéreos. Además, todos ellos rotan sus líneas cada seis meses para tener conocimiento de todas las líneas de la ciudad.

Aparte de la sala de inspectores, existe un espacio donde opera la maquinaria para hacer posible esta herramienta básica del transporte público municipal. Es un megaordenador con autonomía en caso de fallo eléctrico y con un equipo humano de técnicos que está permanentemente en la sede de la EMT. Posee seis repetidores de señales, 18 canales de voz y otros 18 de datos, así como dos memorias de trabajo, una de comunicaciones y otra de gráficos.
¿Te ha parecido interesante esta noticia?    Si (0)    No(0)

+
0 comentarios
ventana.flyLoaderQueue = ventana.flyLoaderQueue || [] ventana.flyLoaderQueue.push(()=>{ flyLoader.ejecutar([ { // Zona flotante aguas afuera ID de zona: 4536, contenedor: document.getElementById('fly_106846_4536') } ]) })