Este viernes, fue el turno de Soraya Sáenz de Santamaría. Con gritos de "PP fuera" y "vosotros, fascistas, sois los terroristas", un grupo de jóvenes de la izquierda abertzale ha seguido en su recorrido a la comitiva del PP. Ha habido un detenido ya que ha tenido que intervenir la policía autónoma vasca.
Pero no ha sido el único incidente de esta semana. Algunas sedes de partidos han sido también atacadas de forma violenta. Este jueves, en la de Ezker Batua-Berdeak en Bilbao, aparecieron pintadas en las que, en euskera, se referían a la formación como "buitres". Aunque la peor parte se la llevó la sede del PSE en Elorrio (Vizkaya) donde el pasado sábado unos desconocidos reventaron cristales, arremetieron contra el mobiliario e hicieron pintadas en las que se podían ver las siglas del PSE-EE en el centro de una diana con consignas en favor de la plataforma abertzale D3M alrededor.
Unos actos vandálicos que se suman a los vividos por los propios candidatos que han tenido que sufrir, una vez más, la ignorancia y violencia verbal de los radicales. El pasado lunes Patxi López, candidato a lehendakari del PSE-EE, tuvo que lidiar con una decena de simpatizantes de la izquierda abertzale que, al mismo tiempo que gritaban proclamas como "Democracia para Euskal Herria", mostraban tres tipos de carteles: uno a favor de D3M; otro con el lema "Seguiremos torturando", acompañado por el logotipo de PSE; y un tercero en que se leía: "Seguirán en prisión los presos con cáncer".
En esta misma línea, el actual lehendakari y candidato a la reelección, Juan José Ibarretxe, se vio interrumpido por un grupo de jóvenes con gritos de “democracia para Euskal Herria" y "PNV español".
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