El texto fue
apoyado por el PSOE, ERC, IU, ICV, BNG y Na-Bai y contó con el rechazo del PP y la abstención del PNV. Por su parte, CiU no votó. El documento aboga por
"la despenalización del aborto" y pide que se pueda abortar a partir de los 16 años de edad "
sin necesidad de consentimiento paterno".
Las nuevas condiciones para abortar se incluirán en el marco general de una norma sobre derechos y salud sexual y reproductiva en el ámbito de la Salud Pública, con "
la consiguiente derogación del delito de aborto del Código Penal".
Con esta reforma se
"elimina la inseguridad jurídica, se establece la sanidad pública como garante del derecho a abortar y se pone fin a la inequidad territorial", ha argumentado la portavoz del PSOE en la comisión,
Carmen Montón.
Por su parte, la portavoz del PP, Sandra Moneo, ha acusado al PSOE de
"utilizar el Parlamento como coartada a sus intereses" al acelerar los debates de la subcomisión e "
imponer" un texto de conclusiones elaborado sin consultar con otros grupos.
En las conclusiones aprobadas en la Subcomisión creada para reformar la Ley del Aborto de 1985, los parlamentarios coinciden en que las chicas de más de 16 años no se vean obligadas a recibir el consentimiento de sus padres para someterse a esta práctica.
El PSOE, Grupo Mixto y BNG sostienen que la futura Ley de Plazos deberá ser configurada de forma que resulte
"plenamente compatible" con la jurisprudencia establecida por el Tribunal Constitucional.
Entienden que en el ámbito del aborto no existe un conflicto entre dos derechos fundamentales -madre e hijo-, ya que
"los únicos derechos fundamentales implicados en esta cuestión" son los de las mujeres, excluyendo también la posibilidad de que el padre intervenga.
En su sentencia de 1985, el TC se limitó a tolerar la despenalización del aborto en los supuestos de peligro para la salud de la madre, violación y malformación del feto, alegando además que el Estado tiene que garantizar la vida del no nacido.
Si (
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