Esperanza Aguirre, presente en un acto junto al presidente del PP gallego, Alberto Núñez Feijoo, aseguró este lunes que el grupo del PP en la Cámara autonómica "va a aceptar" la constitución de la comisión que han exigido los partidos de la oposición. Todo ello con tal de que "en la transparencia, claridad, la luz y los taquígrafos se sepa que el Gobierno regional no ha espiado a nadie".
La dirección nacional del PP se ha felicitado por esta iniciativa y ha suspendido temporalmente la investigación interna que realizaba María Dolores de Cospedal, pero espera que las nuevas pesquisas se cierren pronto para evitar que se siga dañando la imagen del partido -y por ende de Mariano Rajoy- en vísperas de las elecciones gallegas, vascas y europeas. El propio
Mariano Rajoy mencionó la cuestión en la reunión que este lunes mantuvo con sus presidentes regionales. Allí, invitó a los presentes a superar el trance y esperó que la Justicia sirva para depurar responsabilidades.
Reglas para la comisión
Las acusaciones de que Francisco Granados habría amparado en la Consejería de Presidencia, Justicia e Interior un aparato de investigación formado por ex agentes de Policía y Guardia Civil son a juicio de ambos partidos lo suficientemente graves para dirimir las posibles responsabilidades políticas. Para llegar al fondo del asunto, la oposición exige que la comisión sea "de verdad y no una tapadera" para que la polémica se diluya en el tiempo.
Tomás Gómez, secretario general del Partido Socialista de Madrid, quiere que la constitución sea "inmediata" y que no haya límite a la hora de pedir las comparecencias que se estimen necesarias, y tras conocer la decisión de paralización "temporal" de la investigación en el PP, abogó porque fuera De Cospedal a la comisión parlamentaria a declarar "De Cospedal -dijo- tendrá que ser una de las primeras en comparecer ante esta comisión, puesto que ella ha llevado a cabo una investigación interna y tiene información que le interesa a los ciudadanos y a los parlamentarios".
Por su parte, la portavoz de IU en la Asamblea,
Inés Sabanés, quiere que la mesa esté "presidida por la oposición" y que se tenga acceso a toda la documentación que se solicite. Precisamente, en la mente de Sabanés está la famosa comisión que juzgó a Eduardo Tamayo y María Teresa Sáez, que tuvo a su juicio "blindajes" y en la que se dio "un juego de mayorías y minorías" por parte del PP para impedir que se esclareciese la verdad.
La comisión es una exigencia de PSOE e IU, que han calificado el caso de los supuestos espionajes
a altos cargos políticos de la región (Ignacio González, Alfredo Prada, Manuel Cobo, Miguel Blesa, Ildefonso de Miguel) con cargo a fondos públicos como el caso "más grave de la democracia en España".
El órgano no contará con limitación de los comparecientes a altos cargos o funcionarios de la Comunidad. Fuentes parlamentarias explicaron a Europa Press que la comisión se extenderá hasta el 28 de febrero, con posibilidad de ampliación de un mes.
La comisión contará de cinco diputados de PP, tres del PSOE y uno de IU, en contra de la propuesta de la oposición, que requería que hubiera cuatro de PP, tres de PSOE y uno de IU.