El debate sobre este acercamiento es delicado y a muchos sectores de la sociedad y la clase política les parece intolerable tener este tipo de gestos con los asesinos de la banda. Pero el Gobierno ha querido dejar claro que, precisamente, este tratamiento hacia los presos beneficiados con la medida se debe a fomentar la renuncia al uso de la violencia. Además, se ha ejecutado con presos históricos, sin recientes delitos de sangre.
Un claro ejemplo de que no ha sido generalmente mal aceptada la propuesta es que el dirigente del PP
Federico Trillo respaldó públicamente la decisión de
Rubalcaba de acercar a una decena de presos disidentes de la actual dirección de la banda. El ministro del Interior reconoció estas medidas. Dice que es
"política del estado" contra ETA, dando la oportunidad a sus presos a abandonar las tesis radicales de la banda.
Pero lo verdaderamente significativo es que detrás de todo esto hay un acuerdo, unas 'negociaciones' secretas entre Trillo y Rubalcaba, quienes tuvieron que dar, por esa razón, explicaciones públicas. Es uno de los puntos del acuerdo que les comentábamos en una información (
ver noticia) y que viene gestándose durante mucho tiempo. Un cambio de posturas entre PP y PSOE-Gobierno, aunque haya diferencias de criterio en la lucha contra ETA.
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Discrepancias en el PP
Ambas partes se amparan en que la Constitución dice que sí, que el preso tiene derecho a estar cerca de su lugar de origen y siempre se ha hecho, pese a un tiempo en el que se ha considerado el alejamiento como una medida para evitar comunicación entre los miembros de la organización terrorista. Pero surge la discrepancia.
El presidente del PP vasco,
Antonio Basagoiti, ha abierto la caja de los truenos en el sentido de la división de pareceres. Con una visión distinta, influida por el contexto político de su tierra, ha rechazado estas medidas 'de gracia' hacia los presos de ETA.
Basagoiti discrepó con la posición de su compañero Trillo y mostró su
"oposición radical" a unas medidas que ya hizo el Gobierno de
Aznar en 1998 y 1999 y
"no sirvió para nada, sólo para aumentar la paranoia de los fanáticos".
En su opinión
, "los gobiernos y los partidos políticos tienen la obligación de aprender de los errores en la política vasca" y añadió que
"si no sirvió para nada el acercamiento que hizo el Gobierno del PP, si no para todo lo contrario, para qué repetirlo ahora". Unas palabras muy duras respecto a las decisiones que está respaldando su propio partido desde Madrid.
Si (
No(
