El jefe del ejecutivo cántabro acudía a la sede de la Presidencia del Gobierno para mantener una entrevista con Zapatero con el que abordará aspectos relacionados con las infraestructuras, como el tren de alta velocidad, entre otros asuntos.
Revilla llegó a La Moncloa a las once en punto de la mañana, sentado en la parte de delante de un taxi, conducido por José Antonio Moreno, de unos 30 años de edad.
El presidente cántabro llevaba una bolsa con el eslogan turístico de la región, 'Cantabria Infinita', en la que portaba productos típicos como anchoas, sobaos y miel para reglar al jefe del Ejecutivo, al igual que en ocasiones anteriores. En esta ocasión, Revilla hizo de intermediario y presentó al presidente del Gobierno al taxista que le condujo hasta Moncloa.
El presidente del Gobierno se interesó por si la crisis económica estaba afectando al conductor del taxi, quien le respondió que sí. También le preguntó qué como estaba compensando estos efectos, a lo que Moreno le explicó que "echando más horas" de trabajo.
En declaraciones a los medios, el taxista definió al presidente cántabro como "una persona encantadora" e "impresionante" con quien había "conectado muchísimo" durante el trayecto.
Tras este cruce de impresiones, Zapatero y Revilla entraron en el palacio de La Moncloa para comenzar la reunión.
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