Una de las esperanzas de la sociedad actual es que el próximo relevo generacional esté más preparado en cuestiones medioambientales. Pero para ello será necesario que los escolares madrileños sigan recibiendo información y sobre todo educación relacionada con la sostenibilidad. Así se desprende del estudio 'Conciencia ambiental y ahorro energético. Estudio con escolares de la Comunidad de Madrid', presentado este martes.
La Comunidad de Madrid y la Fundación Gas Natural presentaron este martes un estudio que ahonda en los conocimientos que tienen los niños sobre ahorro energético y los hábitos de sus familias. La idea surgió de una encuesta realizada por la dirección general de Industria dentro del programa 'Madrid educa ahorrando energía', un proyecto que lleva a los colegios de la región información sobre eficiencia energética.
Con unas 6.000 encuestas, el catedrático de Psicología Ambiental de la Universidad Autónoma de Madrid José Antonio Corraliza y su equipo elaboraron el estudio. De entre las conclusiones, destacó que los niños madrileños aún tienen muchas lagunas sobre eficiencia energética, como se refleja en el número de preguntas sin contestar y en los errores cometidos por muchos de ellos en cuestiones del tipo 'qué electrodomésticos consumen más energía', según explicó el profesor. Por este motivo, Corraliza insistió en la importancia que continuar con la educación ambiental de los niños y jóvenes.
Además, el estudio sirvió para conocer los hábitos de los hogares madrileños vistos con los ojos de los más pequeños. De la encuesta se deduce que las zonas residenciales con grandes adosados es donde resultan más necesarias las campañas de concienciación, debido al alto consumo de energía que registran.
Pero no son sólo este tipo de familias, sino que en general sería necesaria más educación sobre ahorro energético, ya que se ha detectado un alto número de televisores por hogar, temperaturas excesivamente bajas en el aire acondicionado y altas en la calefacción, un uso no eficiente de los lavavajillas o que los aparatos electrónicos se dejan en
stand-by.
Para conseguir mejorar el ahorro energético en los hogares, el profesor Corraliza apuesta por la información de
feedback, es decir, aquella que dice al usuario cuánto ha gastado y cuándo ha excedido los límites razonables para que identifique sus conductas menos sostenibles. También recomienda incidir en los consejos que buscan la eficiencia energética más que la renuncia a ciertos hábitos.
En el seminario en el que se ha presentado el estudio también intervienen otros ponentes que han enfocado la educación ambiental desde el punto de la vista de las administraciones, el periodismo o la empresa.
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