Holanda reedita la 'naranja mecánica'

Ambos equipos ofrecieron un gran partido que terminó ganando el que más pegada tuvo. Los holandeses abrieron el marcador en una primera parte en la que sufrieron para mantener su ventaja. Sin embargo, los cambios introducidos por el seleccionador, Van Basten, y el gran contragolpe desplegado por los suyos terminaron por derrotar a una Francia que perdonó demasiado.

Holanda se adelantó en el marcador cuando ambos equipos estaban todavía tanteándose. Los de Van Basten controlaban el balón, pero Francia estaba bien plantada e impedía los primeros intentos de su rival, que en el primer balón parado pusieron el 1-0.

Kuyt remató a la red un saque de esquina y de paso a Francia, que tardó varios minutos en adaptarse a la situación que planteaba el partido al poco tiempo de comenzar. Durante unos minutos la 'oranje' ofreció un recital de juego, alternando el pase corto con el balón a Van Nistelrooy, que firmó un encuentro perfecto, la velocidad con la pausa y el juego por banda con llegadas por el centro.

Pese a ello, las ocasiones brillaban por su ausencia. Los de Domenech se mostraban muy atrás y les faltaba un cerebro que organizara en el centro del campo. Nada apuntaba a que fueran capaces de plantar cara a Holanda, pero dos ocasiones consecutivas de Govou les espolearon.

Mediada la primera parte Francia se renovó. Se dio cuenta de que podía igualar el partido y adelantó sus líneas, con un Ribery que se convirtió en el alma de los galos y un Makelele que comenzó a hacerse dueño del centro del campo. Así, las ocasiones empezaron a decantarse del lado francés, pero ni Henry, ni Ribery, ni Govou pudieron empatar a pesar de disfrutar de claras oportunidades.

Tras la reanudación, el seleccionador holandés quiso dar un cambio de imagen a su equipo y movió el banquillo. De entrada introdujo a Robben y diez minutos después a Van Persie, que terminaron por resolver el partido. Los franceses siguieron empujando, pero Holanda les hizo mucho daño al contragolpe.

Henry perdonó y Holanda respondió con el 2-0 en un contragolpe perfecto que comenzó con un detalle impresionante de Van Nistelrooy y terminó con un centro al segundo palo que Van Persie remachó para abrir ventaja.

Sin embargo, Francia no se vino abajo y siguió buscando la portería rival sabiendo de la necesidad de ganar para no tener que jugarse la clasificación con Italia en el último partido. Su empuje tuvo su recompensa a falta de 20 minutos para el final del choque, cuando Henry desvió un centro de Sagnol para poner emoción con tiempo por delante.

Pero no fue así, en el siguiente ataque, Robben se deshizo de la defensa francesa para, sin ángulo, batir a un Coupet que vio como los 'oranjes' sentenciaban el partido.

El juego se rompió y buscaron la portería rival, unos por obligación y otros porque no saben jugar si no es al ataque. Francia rozó en varias ocasiones un gol que habría abierto sus posibilidades, pero el juego holandés merecía una rúbrica, cuyo autor fue Sneijder en el tiempo de descuento.

El centrocampista del Real Madrid se abrió hueco en la frontal de área para lanzar uno de sus lanzamientos de larga distancia, batir por alto a Coupet y certificar la clasificación de los suyos como primeros del Grupo C.

Por su parte, Francia e Italia se jugarán el pase en el último encuentro, dependiendo de lo que haga Rumanía con Holanda, puesto que en caso de ganar los rumanos, campeones y subcampeones del mundo se quedarían fuera.

ITALIA HIPOTECA SU FUTURO

Por su parte, la selección de Italia empató con la de Rumanía (1-1) en el primer partido de la segunda jornada del grupo C, y se complicó su futuro en la Eurocopa, donde se jugará la clasificación para los cuartos de final en el tercer y definitivo encuentro ante Francia.

Será la reedición de la final del último Mundial la que dicte sentencia sobre el camino a seguir por los de Donadoni en este torneo, en el que ya no estarían si Buffon no hubiese parado un penalti a Mutu cuando restaban diez minutos para el final del partido.

Y eso que Italia salió con hambre y con Del Piero llevando el peso de la capitanía en detrimento de Buffon. Los de Roberto Donadoni se lanzaron a por los rumanos y lo hicieron de la mano de Luca Toni, una vez más, el faro de los transalpinos en los últimos metros.

No les quedaba otra a los vigentes campeones del mundo, que entraron bien por banda gracias a las subidas de los laterales, tanto al comienzo como al final del primer periodo. Con mucho empuje, pero con escaso acierto para los italianos, algo precipitados por su necesidad de puntuar en la cita.

Entretanto, los de Víctor Piturca no perdieron el tiempo e hicieron relucir las carencias en defensa de los de azul, las mismas que desveló la delantera holandesa. Primero Chivu, con una falta lejana, y antes Mutu, en un mano a mano con Buffon, perdonaron en las ocasiones más claras de los del Este en el acto inicial.

Al final, y después de la insistencia, Rumanía encontró su premio en un fallo de Gianluca Zambrotta, el nuevo jugador del Milan, que cedió un balón corto a su portero y entre medias se coló Mutu, que subió el primero al marcador (0-1, min.55).

Pero apareció, sólo un minuto después del gol rumano, el oportunismo de Christian Panucci. El ex madridista, que ya voló para lograr aquel gol en Escocia, que le dio la clasificación para la Eurocopa a los suyos, metió el pie en la línea aprovechando un cabezazo de Chiellini e igualó el encuentro (1-1, min.56).

Panucci apareció, pero Italia aún vivió más sobresaltos. Cuando el empate, que no es un resultado alentador, se daba como bueno, un penalti del propio Panucci condenó a Buffon a convertirse en héroe una vez más. Mutu lanzó al medio, pero la mano del meta de la Juve permaneció firme, igual que las esperanzas 'azzurras'.

Así acabó el partido, con excelentes pinceladas de Cassano, y algún centro al área del siempre exquisito Pirlo, que no hicieron otra cosa que asimilar el punto, el susto por el penalti, y la necesidad sí o sí de ganar a Francia para seguir compitiendo en esta 'Euro', justo lo que mejor sabe hacer Italia.