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Montilla y Espinosa pactan un trasvase de agua a Barcelona

Zapatero ‘plagia’ un proyecto de Aznar que ya fue derogado por el Gobierno socialista

Zapatero ‘plagia’ un proyecto de Aznar que ya fue derogado por el Gobierno socialista

· El 'no-trasvase' se costeará con la partida de infraestructuras estatales del Estatut

Llevar agua del Ebro a Barcelona: estaba previsto en la Resolución de 31 de octubre de 2003, de la Secretaría General de Medio Ambiente, dentro del PHN que derogó Zapatero.
La nueva ministra de Medio Ambiente, Medio Rural y Marino, Elena Espinosa, va a sellar con el presidente de la Generalitat de Cataluña, José Montilla, un acuerdo sobre el suministro de agua a Barcelona, por medio de una gran tubería que llevará agua del río Ebro sobrante en Tarragona. Es decir, lo que todo el mundo –menos la vicepresidenta Fernández de la Vega- conoce como un “trasvase” para paliar los efectos de la sequía sobre todo en Barcelona.

Se trata de 40 hectómetros cúbicos que se comprarán a dos comunidades de regantes de Tarragona que tienen una concesión de agua del Ebro. Los regantes ya han vendido 120 hectómetros al Consorcio de Aguas de Tarragona (CAT), que consume unos 80. Los 40 restantes son los que se mandarían a Barcelona, por lo que no se saca más agua del río.

Para ‘trasvasar’ esa agua, Gobierno central y Generalitat prevén un acuerdo de construcción de una gran tubería de un metro de diámetro, que correrá paralela a la autopista AP-7, por la superficie, y entrará en servicio el próximo otoño. Su construcción costará 100 millones de euros. Esta solución se añadiría al transporte de 2,6 hectómetros cúbicos en barcos cisternas desde la ciudad francesa de Marsella y Tarragona, decidido a principios de mes.

Lo que ahora quieren

El plan que negocian Montilla y Espinosa, tiene diversos aspectos técnicos que se van conociendo. Se pretende prolongar el trasvase de agua del Ebro a Tarragona, una obra que se inauguró el año 1989, hasta Barcelona.

El punto de partida sería la localidad de Xerta, situada al sur de Tarragona, en pleno delta del Ebro y el punto de llegada la población de Olèrdola, en la comarca del Penedés, ya en la provincia de Barcelona. Para unir estos dos puntos, se trazará una tubería de unos 60 kilómetros de largo que pasará por la zona de servicios de la Autopista AP-7. Se considera que la obra costará unos 150 millones de euros que pagará el gobierno central y, de momento no hay acuerdo si una vez terminado el período de sequía extrema, la instalación se desmontará o no.
 
Una solución prevista por Aznar y derogada por ZP

Lo curioso de todo esto es que, según ha podido saber Diariocrítico, esa solución ya estaba prevista en la Resolución de 31 de octubre de 2003, de la Secretaría General de Medio Ambiente, por la que se formulaba declaración de impacto ambiental sobre el proyecto de transferencias autorizadas por el artículo 13 de la Ley 10/2001, de 5 de julio, del Plan Hidrológico Nacional, de la Secretaria de Estado de Aguas y Costas, del Ministerio de Medio Ambiente que entonces dirigía Elvira Rodríguez.

Aunque el proyecto del Gobierno de Aznar era mucho más amplio (afectaba también a las cuencas del Júcar y del Segura), en el capítulo de la Cuencas Internas de Cataluña era si no igual, sí muy similar al proyecto que el nuevo Gobierno de Rodríguez Zapatero aprobará ahora. Y eso que fue el propio Zapatero el que en el año 2004 derogó el Plan Hidrológico Nacional y, por tanto, también este trasvase del Ebro a Cataluña.

En aquella resolución, publicada en el BOE número 262, de 1 de noviembre de 2003, páginas 38771 a 38821, se delimitaba el proyecto objeto de evaluación, consistente en la definición y ejecución de las infraestructuras, obras e instalaciones necesarias para las nuevas transferencias ordinarias autorizadas, para transportar agua desde el Bajo Ebro del Plan Hidrológico de la cuenca del Ebro hasta los ámbitos de las Cuencas Internas de Cataluña, Júcar, Segura y Sur. El volumen de transferencia máximo anual anuales medidos en el punto de toma era de 190 hm3 para el ámbito territorial del Plan Hidrológico de las Cuencas Internas de Cataluña.


Una tubería paralela a la A-7

El proyecto evaluaba dos opciones para el punto de toma de agua para la derivación de los caudales desde el cauce del río Ebro: Xerta y Tortosa. La resolución estimaba ya que la menor afección a los elementos del medio se produce con la toma en Tortosa para los dos ramales, norte y sur, en la misma posición geográfica, “por lo que esta alternativa es la que se deberá elegir”.

En relación a las alternativas de trazado de la infraestructura de transporte se estimaba que eran más adecuadas ambientalmente las denominadas “Solución Base” en todos los tramos, con las siguientes precisiones: “En el Ramal Norte el trazado deberá ajustarse al Corredor creado por la Autopista A-7 utilizando cualquiera de sus márgenes. En el tramo de El Vendrell se llevará a cabo la variante de Pedregosa, garantizando que se evite la afección al águila-azor perdicera. Si no fuera posible, deberá ejecutarse a la llamada Variante de El Vendrell, de la Solución Base, consistente en aprovechar, en parte, el trazado previsto para la conducción de la conexión CAT-ATLL entre El Vendrell y Olérdola”. Es decir, básicamente el mismo trazado que estudia ahora el Gobierno socialista para complacer al de la Generalitat de Cataluña.

Pueden ver de forma íntegra el proyecto de Gobierno de Aznar pinchando aquí (pdf). La alternativa del Gobierno del PP pueden verla en la página 38.773.
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