Increíble, pero cierto: Italia se encamina hacia otra 'era Berlusconi'

Aunque ronco y en medio de ventarrones que parecían zarandearle, el hombre que aspira a volver al gobierno por tercera vez era todo un espectáculo con el Arco de Constantino y el Coliseo de fondo. Llegó una hora tarde y a pesar de sus 71 años parecía el emperador Constantino antes de la batalla con Masencio, como si acabara de ver él también la cruz que se le apareció al emperador converso con la leyenda 'in hoc signo vinces', con estes signo vencerás.

Walter Veltroni, líder del Partido Demócrata, tuvo su acto de despedida en la Piazza del Popolo de Roma. Su mejor recurso fue que Francesco Totti, capitán de la Roma, anunció su apoyo a Francesco Rutelli, candidato de la izquierda para la Alcadía de la ciudad eterna, y principal socio de Veltroni en el PD.  Propuso un pacto social "para volver a crecer y luchar contra la pobreza", apeló al voto útil de la izquierda radical, llamó a los abstencionistas a comprometerse y reclamó el apoyo de los centristas que están "hartos de odio y confrontación".

Pero los mítines hoy ya no son lo que eran en ningún país europeo. Lo importante es la televisión. Y a televisión acudieron en un último esfuerzo, de forma consecutiva, nunca juntos, como ha sido la tónica en la campaña. Tocó la suerte primero a Veltroni: 'El encuentro está todo por decidir, hemos hecho una extraordinaria remontada'.  La izquierda da prioridad a aumentar el crecimiento y anuncia cuatro mil millones de euros del presupuesto para aumentar salarios y emolumentos. Veltroni anuncia que en caso de ganar formará un gobierno con doce ministros y sesenta personas en total con 'más mujeres que nunca en la historia italiana'.

A continuación aparece Berlusconi en este programa «Matrix» de Canale 5. Y lo hace con  un golpe de efecto: anunciando que suprimirá gradualmente el impuesto de circulación sobre coches, motos y 'motorini', las motocicletas que son una institución en Italia.  Otro impuesto menos pasra la derecha que se suma a sus promesas de suprimir los conocidos como el Irap y el Ici  y cualquier tasa sobre las horas extraordinarias. Además dice haber quedado harto de 'las 43 mentiras del gobierno Prodi' y de desconfiar del 'buenismo de fachada' de su contricante Veltroni. "Está acostumbrado a mentir y si dice dos verdades seguidas, como Silvio y Berlusconi, podría darle un infarto".

Prometiendo menos impuestos, aumento de jubilaciones y facilidades para que los jóvenes compren su primer hogar, Berlusconi no ocultó su disgusto por la declaración del ídolo futbolístico Totti. Berlusconi diciendo que el campeón del mundo y capitán de la Roma no tenía la cabeza en su sitio por apoyar a Rutelli, y reprochó que la izquierda utilice figuras públicas para buscar votos: 'la izquierda es culpable de usar como instrumento a personajes famosos, incluido Totti. Los campeones del deporte tienen el deber de conquistar la estima y la simpatía de todos'. Berlusconi dijo que si él quisiera podría pedir a los jugadores de su equipo, el Milán, hacer campaña electoral por su Partido del Pueblo de las Libertades (PDL), como Totti lo hace por el Partido Democrático (PD). 'Serían muchos los que lo harían, en vista de las relaciones fraternales que tengo con ellos. Muchos están listos para bajar al campo y me han pedido participar en los mítines, pero yo se los he prohibido'.
Al final de la campaña, no olvidó sin embargo de declarar: 'A Totti le mando un beso y buena fortuna', matizó tras afirmar que lamenta que la Roma haya sido eliminada de la Champions League'.

La hipótesis 'Veltrusconi'

Silvio Berlusconi rechazó la posibilidad de una alianza ‘a la alemana’ con el candidato de las izquierdas Walter Veltroni para dar gobernabilidad al país. ‘La hipótesis de un llamado gobierno 'Veltrusconi' no es seria, sobre todo porque todos los datos que tenemos nos atribuyen una amplia victoria electoral’. ¿Y si no la hubiera?

También Veltroni al final de la campaña electoral descartó toda hipótesis de gobernar en coalición con el Pueblo de la Libertad de Silvio Berlusconi. Pero un posible empate en el Senado y conversaciones secretas entre ambos líderes que se remontan a meses antes de las elecciones siguen alimentando los rumores de un gran pacto nacional 'alla tedesca'.

Terminada la campaña electoral italiana, Silvio Berlusconi, candidato el centro derecha afirmó que el Partido del Pueblo de las Libertades obtendrá una amplia mayoría en el Senado que le permitirá gobernar tranquilamente.‘Estoy optimista e íntimamente seguro de ganar por dos motivos: el primero es por los sondeos que conozco, y el otro es por la pasión y entusiasmo que he encontrado por Italia y por el número de participantes en nuestras manifestaciones’. Berlusconi bromeó sobre su estatura, aunque desmintió ser ‘un enano’ como afirman sus adversarios, al asegurar que ‘mido 1.71 y sí, llevo tacones’. Según los organizadores, al acto en el Coliseo acudieron entre 30 mil y 40 mil personas. ‘No creo que los italianos sean tan tontos como para votar por Veltroni’, dijo a sus seguidores.

En una entrevista con el semanario Panorama -de su propiedad-, Berlusconi prometió que disminuirá a la mitad ‘la casta’, como se conoce a la clase política acusada de vivir a expensas del pueblo: ‘disminuiré los costos de la política’. Además, en la transmisión ‘Porta a Porta’ de la televisión pública (RAI), el político conservador atacó al juez anticorrrupción, Antonio Di Pietro (aliado de Veltroni) y pidió que el Ministerio de Educación revise ’si consiguió verdaderamene la licenciatura’. ‘Di Pietro no solamente me causa horror, sino que es también un mentiroso’. También dijo que aunque la Liga del Norte, su aliada política, es ‘pintoresca’, ha sido siempre leal, y atacó la política migratoria del saliente gobierno de Romano Prodi, al que acusó de haber abierto las puertas a los irregulares. Umberto Bossi, por su parte, el líder de la Liga Norte terminó su campaña recordando la 'expoliación' que sufre el laborioso norte de Italia por parte de la burocracia centralista romana.