La ministra más 'flamenca'

La nueva ministra de Igualdad, Bibiana Aído, signifique ello lo que signifique, es joven (31 años), bloguera, como se dice en otro apartado de esta misma sección y, entre sus credenciales para ocupar un Ministerio (al margen de ser cuota femenina) se encuentra, parece, el hecho de ser flamencóloga. Miren, si no, cómo se despedía de uno de sus cargos, en el propio blog que comentamos:

“Los veinte meses que he estado al frente de la Agencia Andaluza para el Desarrollo del Flamenco han sido especialmente intensos. Una experiencia única, con sabores y sinsabores, de la que he aprendido mucho tanto en lo personal como en lo profesional. Ahora que acaba puedo decir que estoy satisfecha del trabajo que hemos realizado, aunque reconozco que queda muchísimo por hacer. No es fácil gestionar una de las principales señas de identidad andaluza, una expresión cultural de tanta envergadura, algo tan intangible, frágil y tan “del alma” como es el flamenco. Le pusimos empeño, energía, ilusión y muchas horas de trabajo. Avanzamos en la regularización de ayudas estables al sector, tanto al tejido profesional como al asociativo, pusimos en marcha el Observatorio del Flamenco para avanzar en el conocimiento riguroso del mismo, se establecieron Puntos de Información del flamenco en distintos lugares de la geografía andaluza para consultar los fondos del Centro Andaluz de Flamenco, aportamos nuestro granito de arena para impulsar una mayor difusión y promoción internacional del flamenco, avanzamos en la formación con programas como Flamenco en Construcción, ampliamos programaciones como Flamenco Viene del Sur, las rutas flamencas o el Circuito Andaluz en colaboración con la Confederación Andaluza de Peñas Flamencas,….Tratamos de ser cercanos, de escuchar, de anteponer intereses generales a particulares…Ésto nos granjeó algunos enemigos, hoy, en el balance final, no pesan. Hoy pesa una moderada satisfacción por el trabajo realizado, un inmenso orgullo por el equipo humano que lo ha hecho posible, la felicidad por los amigos que hice en el camino y un agridulce sabor a despedida. (En la foto con algunos de los artistas participantes en la última edición del Flamenco Festival).