Moraleda desmonta la supuesta 'trama' de Moncloa para favorecer a Mediapro a costa de Prisa

Tiene su importancia el dato aportado por el secretario de Estado de Comunicación, Fernando Moraleda, en un desayuno informativo en Madrid, porque subliminalmente desmiente que determinado medio informativo reciba los ‘favores’ de Moncloa en detrimento del Grupo Prisa. Ésa fue una de las ‘perlas’ con las que Moraleda deleitó en la mañana de este jueves a un centenar de personas, aproximadamente, que se dieron cita en un hotel madrileña para escuchar de su boca el sentido de la política informativa del Gobierno.

No hubo ministros alentando a Moraleda en su desayuno informativo. Sí hubo dirigentes socialistas como ‘Pepiño’ Blanco, Álvaro Cuesta o López Garrido. Y diputados, como Óscar López. Y aspirantes a serlo, como Rafael Simancas. Y algún otro secretario de Estado. Y directores de comunicación ministeriales, como Félix Albertos. Y Dircoms, claro, de empresas privadas. Y, además, la directora general de Cooperación Informativa de la Presidencia del Gobierno, Angélica Rubio. Y mucha prensa.

Tuvo un primer fallo Moraleda en su intervención inicial: obvió a los medios de comunicaciones digitales. Y eso que la mayor parte de las preguntas que recibió vinieron, precisamente, de representantes de periódicos digitales. En realidad, este espinoso asunto lo despachó Moraleda haciendo una brevísima referencia al incremento que se había experimentado en Internet.

Pero más allá de la anécdota, Moraleda no reveló nada nuevo. Habló –y mucho- de los grandes éxitos del Gobierno; rechazó las críticas relativas a que ni el Ejecutivo ni su presidente hacen ‘autocrítica’; confirmó que en la campaña electoral para el 9-M habrá debates televisivos con Rodríguez Zapatero –claro, que no reveló ni el procedimiento ni el número ni los medios-; desvió la pregunta sobre el papel del Gobierno en la ‘guerra del fútbol’ entre Sogeclabe y La Sexta –pregunta envenenada, donde las haya-; dijo que la (¿mala?) relación con el consejero delegado de Prisa, Juan Luis Cebrián, no es consecuencia del (¿no?)apoyo a La Sexta y ‘Público’ (ya señaló antes que Zapatero “no ha estado con el señor Roures a solas nunca”, aunque, claro, obvió a Miguel Barroso, alter ego de ZP y artífice, al parecer, de la idea), y, en fin, dijo que si ganan el 9-M se procederá a una reforma de la Agencia EFE similar a la que ha habido con RTVE, que se creará un Consejo Audivisual (“habrá que eliminar los contenidos tóxicos… tolerancia cero a todo lo que incite a la violencia, xenofobia, odio o racismo… los derechos humanos no son una mercancía”), y se aprobará un marco audiovisual global que dynamice y complete la legislación “dispersa y obsoleta”.

Hubo muchas ‘perlas’, sobre todo en el turno de preguntas: “La autorregulación es el mejor camino” (medios audiovisuales); “los españoles tienen más pluralidad y más libertad” (con las nuevas TDT’s y, claro, con Cuatro y La Sexta); “la gente sabe la diferencia entre adversario y enemigo” (dedito en el ojo a la política de oposición practicada por el PP); “este Gobierno no ha querido fomentar los medios amigos y enemigos” (sic); “a muchos les ha molestado que denominemos ‘Gobierno de España’ al Gobierno de España” (sic); “no dejaremos de mirar nuestra televisión” (se refería a que el Gobierno estará pendiente de que los programas que se emitan no mercadeen con los derechos humanos); “soy partidario de la verdad que no genera alarma social” (sic), y una ‘perla’ final: “No voy a hacer nada que moleste al último ciudadano de Ciudad Real para ser diputado”.

Instructivo encuentro con Moraleda, que no obvió –todo hay que decirlo- su mensaje sobre el 11-M y al “teoría de la conspiración”: embistió contra aquellos que han querido –no citó medios, claro- “emborronar” el juicio del 11-M; y lo hizo destacando que “el 312 de octubre [lectura de la sentencia por la matanza de Madrid] venció el Estado de Derecho sobre el terrorismo, y [venció] la transparencia de la libertad de expresión frente a sus propios excesos”.

A esos medios les dirigió un mensaje Moraleda: “Hay una reverencia mediática al desacuerdo”, y eso lleva a entender la política como autocrítica, cuando la política es la defensa de los intereses de los ciudadanos. Pero, afortunadamente, según la ‘teoría Moraleda’, “el mejor ejercicio de la democracia es el acuerdo. Por eso se produce tantas veces la diferencia entre la opinión pública y la publicada”. Para entendedores.