Los 'europopulares' acusan a Zapatero de "electoralista"

     En su turno de réplica, Zapatero defendió la necesidad de la regularización porque cuando llegó al Gobierno se encontró con "700.000 trabajadores inmigrantes ilegales explotados y sin cotizar trabajando en la economía ilegal". "Siempre apostaré por lograr que en mi país no haya nadie trabajando ilegalmente, ni explotado, ni sin derechos y que no contribuya a las cargas de lo que representa un país democrático".

   El presidente del Gobierno aseguró que España ya ha superado las "diferencias" con Francia y Alemania por la regularización y ha pactado con los dos países una "filosofía común y un planteamiento político común". En este sentido, se mostró convencido de que cuando exista una política europea común en materia de inmigración "no tendremos estas tentaciones de criticar a un país que afronta 700.000 personas trabajando en la ilegalidad para que estén en la legalidad".

   Las críticas contra Zapatero por la regularización "masiva" las inició el conservador francés Jacques Toubon. Señaló que el Gobierno español no tuvo en cuenta las consecuencias de esta acción en otros Estados miembros y recordó las críticas en este sentido del presidente francés, Nicolas Sarkozy. "No creemos que debamos repetir este tipo de operaciones en el futuro", apuntó Toubon. A su juicio, las regularizaciones "lo único que hacen es llamar a más inmigrantes irregulares".

   En el mismo sentido se expresó el democristiano alemán Manfred Weber, que también rechazó las legalizaciones masivas y pidió a Zapatero que concrete qué medidas concretas debe adoptar la UE para luchar contra la inmigración ilegal. Weber calificó el discurso de Zapatero ante el Parlamento Europeo de "intervención preparatoria para las elecciones" y aseguró que cuando Sarkozy y la canciller alemana, Angela Merkel, intervinieron ante la Eurocámara "no hicieron un discurso de política interior sino que hablaron de Europa".

   El líder de los socialistas españoles en la Eurocámara, Enrique Barón, rechazó las críticas del PP a la regularización y subrayó que "Francia y Alemania están copiando el sistema de regularización que ha seguido España a partir de la regularización individual y con participación de empresarios y sindicatos".

Cambio Climático

   Por su parte, el eurodiputado del PP Gerardo Galeote tildó el discurso de Zapatero ante la Eurocámara de "acto electoral". Galeote señaló que España "está a la cola" en transposición de directivas europeas y a la cabeza en procedimientos de infracción y resaltó que el compromiso del Gobierno en la lucha contra el cambio climático "contrasta con la cruda realidad de los hechos" de que España es el país que más se aleja de cumplir los objetivos del protocolo de Kioto. Finalmente, el parlamentario popular reclamó a Zapatero "restablecer el consenso entre los partidos políticos españoles" en las instituciones europeas.

   Sobre la cuestión del cambio climático, el presidente del Gobierno afirmó que su Ejecutivo "es el único que ha parado el crecimiento de emisiones de gases de efecto invernadero" desde el año 2006 y ha empezado su reducción con un crecimiento del 4%. "España no va a estar en los lugares de cola en los próximos años porque vamos a hacer un gran esfuerzo nacional por reducir contundentemente las emisiones, apostar por las energías alternativas y hacer una política de ahorro y eficiencia energética".

   El eurodiputado de Convergència i Unió, Ignasi Guardans, elogió el discurso europeísta de Zapatero pero criticó "algunas actitudes de su Gobierno que no evitan enfrentamientos estériles con la Comisión Europea" y la falta de iniciativas propias para hacer avanzar la UE. Por su parte, el representante de los Verdes, David Hammerstein, se felicitó por la importancia que dio Zapatero a la lucha contra el cambio climático pero le exigió más medidas para que España deje de ser la "oveja negra climática" de la UE, como retirar las subvenciones al carbón o invertir más en trenes y menos en autovías.

   El parlamentario de Izquierda Unida, Willy Meyer, pidió al presidente del Gobierno que someta a referéndum el nuevo Tratado de Lisboa. "No podremos construir un proyecto europeo sin la participación directa de los ciudadanos", dijo. Asimismo, le reclamó que plantee la cuestión del Sáhara Occidental en la cumbre UE-África que se celebra la semana que viene en Lisboa.

   Finalmente, el representante de Iniciativa per Catalunya-Verds, Raül Romeva, dijo que el proyecto europeo "escora claramente a la derecha" a causa de las políticas de Sarkozy y Merkel y preguntó a Zapatero qué margen tiene "para corregir el rumbo" y si "liderará el salto de la Europa del mercado a la Europa política".

   El líder de los socialistas en la Eurocámara, el democristiano alemán Martin Schultz, acusó a los populares europeos de tratar de boicotear el discurso de Zapatero por su escasa presencia en el pleno pero el PPE lo negó de plano.