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Primarias en Carolina del Sur y 'caucus' en Nevada, un día intenso para el electorado de EEUU

Los votantes de los estados de Nevada y Carolina del Sur tendrán este sábado una jornada política intensa, cuando empiecen las asambleas partidistas en el primero y abran las meses electorales del segundo. En cada uno de ellos, los candidatos presidenciales demócratas y republicanos que compiten por las nominaciones de su partido, buscan el voto de grupos específicos de electores, a los que llevan semanas cortejando.


Este sábado toca a los republicanos conocer el resultado de sus campañas en Carolina del Sur, mientras que los demócratas se someterán al escrutinio de ese estado el próximo 26 de enero. Ambos partidos, sin embargo, celebrarán juntos sus 'caucus' o asambleas partidistas en Nevada este sábado.


La contienda electoral en el conservador estado de Carolina del Sur servirá para medir la influencia de la comunidad negra y de los grupos religiosos, mientras que en Nevada los candidatos esperan lograr la simpatía de los latinos.

Con una población negra en torno al 50%, las elecciones en Carolina del Sur serán una prueba para el aspirante demócrata Barack Obama. La influencia de los grupos conservadores religiosos puede ser determinante para los candidatos republicanos.


Dado que Carolina del Sur es uno de los pocos estados del país donde las primarias son abiertas -los votantes no necesitan estar afiliados a un partido y pueden votar por el candidato de su preferencia, ya sea demócrata o republicano-, no existe un registro de votantes por afiliación partidista, por lo que los encuestadores tienen dificultades para predecir la tendencia de voto.


"Los votantes no puede sufragar en ambas contiendas. Mantenemos un estricto registro en las mesas de votación", explicó a Efe Chris Whitmire, portavoz de la Junta de Elecciones de Carolina del Sur.


De acuerdo con ese organismo electoral, de 2,2 millones registrados para votar, un 72% son blancos, un 26% negros y los hispanos representan menos 1%.

La comunidad negra podría tener una mayor importancia, pero alrededor de medio millón no está registrada y, por tanto, no ejerce su derecho al voto.


El candidato republicano que resulte ganador en Carolina del Sur se llevará 24 delegados a la Convención Nacional, de los 2.345 que necesita para obtener la candidatura presidencial.


En cuanto a los demócratas, sólo están en juego 54 delegados de los 4.040 requeridos para lograr la candidatura.


La experiencia de las primarias en este estado durante los últimos años indica que el candidato que triunfa en Carolina del Sur ganará el apoyo de la mayoría de los 16 estados sureños, donde están en juego una gran cantidad de delegados.


El presidente George W. Bush obtuvo en 2004 el primer lugar y derrotó a John McCain. Bill Clinton comenzó ganando Carolina del Sur en 1992, pero la única victoria de las primarias de John Edwards en su estado natal en 2004 no fue suficiente para conseguir la nominación demócrata.


"Este es un estado crucial para los republicanos. Desde 1980 ningún candidato presidencial ha perdido aquí, por eso los esfuerzos por hacer llegar sus propuestas a los votantes", dijo a Efe Rob Godfrey, portavoz del Partido Republicano en Carolina del Sur.


Según un estudio del periódico 'The New York Times', los republicanos han invertido más tiempo en este estado y recolectado más dinero que los demócratas.


Los republicanos han participado en 253 eventos en el estado Palmetto, recaudando más de 1,3 millones de dólares, mientras que los demócratas han tenido presencia en 120 actos en los que recaudaron 835.000 dólares.


Una encuesta reciente de la Universidad de Winthop, en Rock Hill, señala que la inmigración es el tema de más importancia para los votantes republicanos, mientras para los demócratas es la guerra en Irak y la salud. Aunque la creciente preocupación que genera la posibilidad de que Estados Unidos entre en un recesión económica, es estos días el tema que más preocupa a todos los votantes del país.


"Ganar en este estado es una prueba crucial para las candidatos por la gran cantidad de votantes afroamericanos, que representan una parte esencial de la base del partido", afirmó a Efe Joe Werner, portavoz del Partido Demócrata en Carolina del Sur.


Por ello, una victoria de Barack Obama frente a Hillary Clinton le abriría las puertas del apoyo en el resto de los estados sureños.

 

La comunidad negra estadounidense es una vieja aliada de los Clinton desde que el marido de la actual candidata era presidente del país. Sin embargo, algunos analistas opinan que los afroamericanos, que al inicio de la contienda electoral no creían que uno de ellos pudiera alcanzar alguna vez la presidencia, podrían sentirse inclinados a votar por Barack Obama después de su victoria en los 'caucus' de Iowa y su segundo lugar en New Hampshire, dos estados predominantemente blancos.

 

En el campo republicano, siguen marcando puntos en las encuestas John McCain, Mike HuckabeeMitt Romney y Fred Thompson, demasiados candidatos todavía como para poder predecir un claro favorito, una situación que podría cambiar ligeramente cuando se conozcan los resultados de los dos estados que escogen candidatos este sábado.

 

Las primarias celebradas el martes en el estado de Michigan, lejos de aclarar el panorama, han enmarañado aún más el campo republicano, al ganar uno de los aspirantes que figuraba más atrás en la carrera, el ex gobernador de Massachusetts Mitt Romney.


Este político y hombre de negocios, fundador de uno de los mayores fondos de capital riesgo de EEUU, estaba en una posición de debilidad frente a sus contrincantes, dado que hasta ahora sólo había ganado en un estado poco relevante, Wyoming.


Al vencer en Michigan, Romney está en igualdad de condiciones para competir con el vencedor de las primarias de New Hampshire, el senador John McCain, y en superioridad para hacer frente al ganador de los "caucus" de Iowa, Mike Huckabee.


De hecho, de cara a la convención republicana del próximo mes de septiembre, en la que se proclamará oficialmente un candidato, Romney ha logrado ya el apoyo de 42 delegados, frente a los 22 que tienen Huckabee y los 19 McCain.


Junto a ellos siguen estando en la carrera electoral, aunque con menos posibilidades de vencer, el ex senador y actor Fred Thompson, el congresista Ron Paul, el ex alcalde de Nueva York Rudy Giuliani y el congresista Duncan Hunter, que prácticamente no existe.

 

En el lado demócrata, la situación es igual de incierta, aunque mucho más sencilla, pues sólo hay tres jugadores realmente en liza, Obama, Clinton y Edwards.

 

Un cuarto demócrata, Dennis Kucinich, se mantiene aún en la campaña, pero su presencia es meramente testimonial.


Los tres candidatos demócratas decidieron no hacer campaña en Michigan, lo que les ha permitido dedicarse mucho más tiempo a los "caucus" de Nevada de este sábado.


Debido a su virtual empate en las encuestas, Clinton y Obama han protagonizado en los últimos días un duro enfrentamiento, que en algunos momentos ha tenido tintes raciales.


Detrás de la polémica se encuentran las referencias que hizo en su día Obama a la lucha por los derechos civiles del reverendo Martin Luther King, asesinado hace 40 años y de cuyo legado el senador afroamericano se considera heredero.


La senadora Hillary Clinton ha reconocido públicamente la valía de los ideales que defendía el reverendo, pero cree que nunca hubieran podido convertirse en realidad de no haber sido por la voluntad del presidente Lyndon Johnson, que firmó la leyes que acabaron con la discriminación racial.


Tras varios días de acusaciones mutuas y recriminaciones raciales, en los que intervinieron incluso los herederos de Martin Luther King, los candidatos decidieron suavizar el tono de su enfrentamiento y abrir una tregua.


En un debate celebrado en Las Vegas, la mayor ciudad del estado de Nevada, Obama, Clinton y Edwards mostraron un talante dialogante y conciliador, dando una imagen de unidad frente a las divisiones que, en su opinión, sufren los republicanos.


Clinton afirmó públicamente que todos los candidatos demócratas forman parte de la misma "familia", mientras Obama le devolvió el gesto, al señalar que los tres aspirantes mantienen el mismo compromiso por la igualdad racial que Martin Luther King.


No obstante, en algunos momentos de debate volvió a aparecer el tema racial, especialmente relacionado con el voto hispano, que Obama ha estado cortejando en los últimos días.


La senadora se vio obligada a explicar un comentario que hizo recientemente su marido, Bill Clinton, acerca de que los latinos nunca votarían a un candidato de color, y dijo que esta afirmación estaba basada en datos históricos.


En su respuesta, Obama se mostró convencido de que los latinos le votarán cuando conozcan sus posiciones y sus antecedentes, afirmación que, más que rebatir al comentario de Bill Clinton, revelaba curiosamente un cierto grado de acuerdo con él.


En Nevada, el 23,5% de la población es de origen hispano, y se calcula que los latinos conforman el 11% del electorado en ese estado.

 

"Ayudénnos a lograr un objetivo común en EEUU, que es el progreso, no sólo para los ricos y los que tienen conexiones, sino para todos", afirmó Clinton en un discurso ante un público hispano en Las Vegas hace unos días. "Todos merecen una oportunidad para alcanzar el Sueño Americano. Por eso me he postulado para la presidencia" de EEUU, agregó la senadora.


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