El ex presidente del Gobierno español José María Aznar quedó "muy impresionado" por el grado de destrucción en que se encuentra la ciudad de Pisco, al sur de Perú, 30 días después del grave terremoto que dejó más de 500 muertos en el país. Aznar hizo una breve visita al país el fin de semana para dar una conferencia en una universidad peruana y como colofón visitó los albergues y centros de atención médica implementados con asistencia de la Agencia Española de Cooperación Internacional (AECI) y la Fundación Telefónica.
Aznar declaró a periodistas locales que no se 'imaginaba el nivel de destrucción' que provocó el sismo de 7,9 grados de magnitud en la escala de Richter, ocurrido la tarde del pasado 15 de agosto.
Según las cifras oficiales, el terremoto dejó 519 muertos, más de 1.300 heridos y 56.000 familias damnificadas en las ciudades de Pisco, Chincha, Ica y Cañete, principalmente.
El ex gobernante (1996-2000, 2000-2004) viajó hoy a Pisco, como punto final de una breve visita a Perú, para visitar los albergues y centros de atención médica implementados con asistencia de la Agencia Española de Cooperación Internacional (AECI) y la Fundación Telefónica.
En los albergues levantados en el colegio San Agustín y en el Club Atlético Pisco, Aznar, a quien acompañaban funcionarios de AECI y cooperantes, conversó con los damnificados y les transmitió ánimo para recuperarse de las pérdidas humanas y materiales.
Asimismo, se dio tiempo para jugar unos pases al balompié y armar un rompecabezas con los niños acogidos en la cuna o 'wawawasi', según el idioma quechua, que la Fundación Telefónica ha implementado en Pisco, una de las ciudades del sur de Perú más afectadas por el sismo.
El ex presidente del Partido Popular (PP) también conoció a Olenka España, la niña que nació en un campamento levantado por médicos españoles para atender a los heridos del desastre natural a pocos días del terremoto.
Aznar tuvo en brazos a la niña y dialogó con la madre, que bautizó a la bebé con ese nombre en honor a la nacionalidad de los médicos que la atendieron en el parto, en medio del escenario de destrucción.
El alcalde de Pisco, Juan Mendoza, declaró a radioemisoras locales que todavía quedan por retirar 700.000 toneladas de escombros, aunque ya ha sido repuesta la energía eléctrica al 98 por ciento y el suministro de agua potable a un 70 por ciento.
El burgomaestre se quejó de las trabas burocráticas que pone Defensa Civil para distribuir la ayuda entre los damnificados, una crítica que ha sido constante desde que sucedió el terremoto.
Antes de abandonar la ciudad, Aznar visitó la catedral de Pisco, donde esta tarde el cardenal Juan Luis Cipriani oficiará una misa por el fallecimiento de más de 300 vecinos en esa ciudad.
El día del terremoto alrededor de un centenar de habitantes de Pisco fallecieron en la iglesia de San Clemente al derrumbarse por completo el templo por la fuerza del movimiento telúrico.
Otra importante iglesia de la zona, el templo del Señor de Luren, en la ciudad de Ica, perdió sus dos torres y quedó seriamente afectada por el sismo.
Los devotos del Señor de Luren sacarán hoy su imagen en procesión y participarán en una misa para rezar por los difuntos y pedir la protección divina en una zona que no ha dejado de registrar temblores de tierra en el último mes.
La visita de Aznar a Perú esta semana respondió a una invitación de la Universidad Peruana de Ciencias Aplicadas para presentar la 'agenda de libertad' de la Fundación para el Análisis y los Estudios Sociales (FAES), en la clausura de la V Convención Internacional de Economía organizada por esa casa de estudios.
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